¿Están comprando «followers» algunos famosos como Ylenia o Kiko Rivera? Y, si resulta que sí, ¿también lo hacen otros famosetes y supuestos influencers?
Mirad, nosotros somos los primeros sorprendidos al estar dedicándole una noticia a Ylenia y a Kiko Rivera… Pero, ojito, un momento, todos quietos y paraos, porque esto es algo que puede trascender el círculo del tomateo y extenderse hacia otros círculos circundantes. Vamos por partes. Resulta que «Cazamariposas» ha destapado un posible pastel que, como suele decirse de forma políticamente correcta, parece estar relleno de mierda. El programa de televisión invitó al especialista en redes sociales Nil García para que analizara las redes sociales de ciertos famosetes y confirmara lo que muchos hemos pensado mil y una veces: que están comprando «followers».
De hecho, no hace falta ser especialista en nada para llegar a esta conclusión (aunque si te lo dice alguien como García, pues ayuda, la verdad). Solo hace falta ir al perfil de Ylenia o Kiko Rivera y ver que, por mucho que tengan una cantidad tremenda de fans (630.000 «followers» en Instagram la primera, 211.000 el segundo), las reacciones de estos son casi inexistentes. Mirad los charts al final de esta noticia. ¿Alguien con muchos «followers» no debería tener también muchos likes y muchos comentarios? Pues resulta que no. Y, de hecho, en el caso de los dos mencionados es realmente chungo, especialmente en lo que concierne a Kiko.
La siguiente pregunta es inevitable: ¿por qué querría nadie comprar «followers»? A ver, a todos se nos ha pasado por la cabeza, claro que sí. Aunque solo sea para que el resto del mundo crea que molamos más de lo que en verdad molamos. Pero casos como los de Ylenia y Kiko Rivera van más allá e incurren en una polémica que ya saltó el año pasado con, por ejemplo, las Kardashian: los famosos usan sus redes sociales para «anunciar» ciertos productos en patrocinios más o menos encubiertos por los que se les pagan grandes sumas. Y, tal y como están las cosas, las marcas que pagan esas grandes sumas se fijan más en la cantidad de «followers» que en la interacción que generen.
Y aquí llega lo que nos interesa a nosotros: ¿es esto el principio de una caza de brujas que va a intentar destapar millones de «followers» falsos en las cuentas no solo de famosetes, sino también de toda esa gente que se vende como «influencers» por mucho que nunca nos los hemos creído? Todo puede pasar en los próximos días. Pero esperamos que así sea.