Ya hemos jugado a «World War Z» y nuestro veredicto está bien claro: es tan divertido que es que ni echas de menos la presencia de Brad Pitt.
Si alguna vez te has preguntado qué harías en caso de un apocalipsis zombie, es poco probable que te visualices pegando tiros y lanzando granadas a hordas de infectados mientras tu mejor amiga te defiende a hachazo limpio de los cuatro zombies que acaban de salir de ese respiradero. Pero para eso está «World War Z«: el videojuego en el que tú y tus colegas podréis comprobar de forma realista quién será el primero en morir cuando los muertos salgan de sus tumbas (que, al paso que vamos, será más pronto que tarde).
Desarrollado por Saber Interactive (autores de «Timeshift» y colaboradores en la saga «Halo» para Microsoft), «World War Z» no se anda con muchos remilgos a la hora de dejar claro cuál es su propuesta: que te lo pases bomba masacrando zombies. Y, para hacerlo, el estudio ha decidido coger lo mejor de cada casa: la estructura de campaña del mítico «Left for Dead«, la jugabilidad de los shooter-looters actuales y los modos multijugador de toda la vida (pero con zombies).
Lo de que la campaña esté dividida en cuatro localizaciones que, a su vez, cuentan con cuatro capítulos (de una media hora de duración cada uno) que se pueden jugar de forma independiente desde el principio del juego ya es un indicador bastante claro de que la historia no es el fuerte de este videojuego. Pero qué importa eso cuando estás defendiendo una azotea para que un científico israelí coja un helicóptero mientras cuatro hordas de castellers con mucha hambre escalan las paredes. Y es que, aunque cada capítulo tiene su pequeña trama, es tan simple y las misiones tan sencillas de seguir que nos vas a ver a personajes evolucionando dramáticamente como un Targaryen cualquiera… Pero es que «World War Z» no es ese tipo de juego.
Al igual que en la película basada en la misma novela que el juego (y de la que el diseño artístico bebe de forma muy clara), aquí lo importante es seguir adelante sobreviviendo como se pueda. Y, para hacerlo, formas un equipo de cautro personas en el que la coordinación y la comunicación es básico. Al igual que en juegos como «The Division«, aunque los niveles de dificultad más sencillos se pueden jugar en solitario (junto a tres IAs del juego), donde realmente se disfruta es en un nivel algo más exigente y con compañeros humanos cárnicos que, aunque no entiendas lo que te dicen, saben dónde colocar las torretas y los morteros para acabar con el millón y medio de zombies que se están lanzando por ese puente de Moscú y van hacia ti.
Y es que, aunque el juego no disimula que han puesto todo el esfuerzo en conseguir una jugabilidad súper fluida y divertida, a nivel gráfico no solo cumple, sino que tiene algunos momentos auténticamente espectaculares tanto en calidad como en cantidad: pocas veces has contemplado hordas que te provoquen un auténtico vuelco al corazón al verlas asomar por el horizonte. Si quieres más emoción, en los modos de juego puramente multijugador tienes los zombies, las hordas y el típico equipo contrario al que robarle una bandera, masacrar sin miramientos o contra el que pelear por el control de una plaza de aparcamiento (oye, si los zombies desaparecen, luego la vendes y te forras).
Aunque no es un tipo de juego que pueda atraer a los jugadores que buscan experiencias más inmersivas, «World War Z» es ideal para echar una partida rápida e ir subiendo de nivel las armas y equipamiento que vas encontrando durante el juego (o ir probando las diferentes clases de personajes que, a su vez, van evolucionando y añadiendo más habilidades que harán que tu nivel de creatividad al destripar zombies sea solo comparable al que tendrías si te dieran un cheque en blanco para organizar Eurovision.
En resumen: si te apetece un juego que no te exija recordar setecientas combinaciones de botones para pasar un buen rato descargando adrenalina y (sobre todo) si buscas una experiencia divertida para jugar con amigos, «World War Z» tiene mogollón de horas de diversión (y más contenido gratuito en camino) y una base de jugadores brutal que hace que las partidas sean casi instantáneas.
Eso sí, no tiene a Brad Pitt. Pero, mira…
¿A que no lo vas a echar de menos? [TEXTO: Jordi García] [Más información en la web de «World War Z»]