Hace unas semanas, el lanzamiento de «La Benévola» de Laird Hunt (del que te hablamos aquí) nos obligaba a mirar frontalmente un interés que está afectando a diferentes áreas culturales… Podría decirse que todo arrancó con Quentin Tarntino y su «Django Desencadenado«, un film que puede que tuviera una evidente vocación masiva, pero que desaprovechaba su capacidad de alcance para reflexionar sobre la trata de esclavos con unas cargas mínimas de realidad y prefería, al fin y al cabo, quedarse en la provocación. Por eso mismo, no es de extrañar que, a finales del mismo año 2013, «12 Años de Esclavitud» se abrazara como el «retrato definitivo de la esclavitud». Sea como sea, ¿no se dice siempre que el libro es mejor que la película? Por eso mismo, si realmente existe un «retrato definitivo de la esclavitud», seguro que tiene formato literario, aprovechando el espacio que este medio da para la profundidad (tanto emocional como historicista) a la hora de abordar un tema tan visiblemente complejo. Y, por otra parte, si existe una autora que pudo haber firmado el «retrato definitivo de la esclavitud», esa fue sin lugar a dudas Willa Cather.
Esta autora, que vivió en sus propias carnes la época de los pioneros americanos y que ganó el Pulitzer en 1922 por «El Último de los Nuestras«, entregaba en 1940 su testamento literario bajo el nombre de «Sapphira y La Joven Esclava» (publicado ahora en nuestro país por Impedimenta). Era un momento histórico preñado de fatalismo (EEUU estaba a punto de meterse de cabeza en la gran guerra), así que Cather decidió zambullirse de cabeza en sus recuerdos de juventud para retratar de tres personajes subyugantes: Sapphira es la dueña de una de las últimas plantaciones que siguen manteniendo a sus esclavos, y gestiona sus propiedades con la ayuda de la joven esclava Nancy. También es una mujer varada en un matrimonio de conveniencia que, un buen día, escucha comentarios maliciosos de la relación entre su marido y Nancy, así que se dispone a descargar sobre la pequeña todo su rencor… A poco que conozcas la pluma de Cather, una trama como esta debería haberte puesto los pelos de punta.