¿DE DÓNDE SALEN? De Chicago, y son cuatro mozalbetes llamados Cadien Lake James, Clay Frankel, Connor Brodner y Jack Dolan que se pirran por el garage-rock, el dream-pop y el glam (todo bien mezcladito…). Su historia es la soñada por todo púber que intenta prosperar como músico y montar su propia banda: siendo todavía estudiantes de instituto, editaron sus primeras demos y organizaron por su cuenta una gira por diversos puntos de Estados Unidos… recién cumplida la mayoría de edad. A eso se le llama tener agallas. Pero más tarde sus vidas comenzaron a transcurrir entre hermandades y bibliotecas universitarias, lo que hizo que Twin Peaks se separasen. Craso error (según ellos mismos), por lo que no dudaron en retomar su carrera musical conjunta. El primer gran hito de su aún corta y amateur travesía llegaría el año pasado, cuando publicaron por su cuenta su álbum de debut propiamente dicho, “Sunken”, grabado en el sótano de la casa de Cadien y que sería distribuido físicamente sólo en formato cassette. Es decir, que se movían en las catacumbas del underground más absoluto de su ciudad y área de influencia. Hasta hace unos meses, momento en el que el sello Autumn Tone Records decidió ofrecerles el cobijo necesario para que su nombre fuese adquiriendo mayor alcance y repercusión. Gracias a ello, Twin Peaks han logrado telonear recientemente a Deer Tick y Beach Fossils, participar en el festival SXSW y que se reedite en las próximas fechas, con todas las de la ley, su LP de estreno. Además, se espera que antes de que finalice el verano publiquen un nuevo single inédito vía Mom + Pop’s Boombox Recordings.
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… Transmiten con pureza el espíritu jovial e inocente, a la par que arriesgado, y la entrega que todo grupo novel debería reflejar al dar sus primeros pasos en el negocio. Justamente por ello, no les importa que se adviertan los defectos típicos del DIY en su todavía corto repertorio. Es más, incluso refuerzan el carácter de las canciones que componen “Sunken”, un trabajo que no llega ni a los veinte minutos de duración pero que sirve para encuadrar perfectamente su estilo: fresco, variado, ágil, psicodélico, de baja fidelidad pero siempre reluciente y cargado de grandes melodías, giros rítmicos y gritos eufóricos. O lo que es lo mismo: heavy pop, tal como lo denomina el cuarteto.
PREDICCIÓN DE FUTURO. Independientemente de lo que suceda con la reedición de “Sunken” (se podría decir que sólo es una colección de temas no demasiado pulidos que guardan un tremendo potencial en su interior), Twin Peaks poseen los valores suficientes para ser considerados en el futuro dignos sucesores del malogrado Jay Reatard, No Age, Wavves o Bass Drum Of Death, aunque rebajando la fiereza rockera para dar protagonismo a un pulso pop cálido y luminoso. Es posible que, en los meses venideros, veamos y oigamos con frecuencia (sobre todo en medios especializados del otro lado del charco) el nombre de este grupo, y no precisamente para recordar la mítica serie de David Lynch en la que se inspira.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Nombre seriéfilo + pop-rock de sótano + Jay Reatard + insultante juventud = Twin Peaks
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ESCUCHA… “Stand In The Sand”
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