¿DE DÓNDE SALEN? De la fría Polonia. Aunque, en el caso de este cuarteto (Kathy Diamond -diva británica del grupo y la que lleva la voz cantante-, Maximilian Skiba -fundador, productor y director del proyecto-, Jurek Zagórski y Wojtek Sobura), su origen se encuentra en el corazón más caliente del país, en el que la temperatura sube al ritmo de la música disco de los 70, los ecos de los gemidos de Diana Ross rebotan en todos sus recovecos, el electro-funk más sexy lubrica cuerpos deseosos de carnaza fresca y el house colisiona con el pop produciendo un batido de fresa que se desparrama por el pecho hasta inundar el ombligo. The KDMS vendrían a ser la respuesta procedente de la Europa del Este a los brillantes representantes anglosajones del género más sugerente y, a la vez, libidinoso de la electrónica de baile: de Hercules And Love Affair a Azari & III, pasando por Jessica 6, Sam Sparro e incluso Hot Chip. Que aparezca aquí la marca creada por Alexis Taylor y Joe Goddard no es casualidad, ya que se encargaron de apadrinar a la banda. Con todo, The KDMS ya poseían una gran reputación labrada durante los últimos años gracias a su pertenencia al prestigioso sello alemán Gomma (la alternativa europea a DFA) y al éxito de varios de sus temas (“High Wire”, “Wonderman” -versionada por el propio Taylor junto a Justus Köhncke-, “Tonight” o su single más reciente, “Circles”), que fueron filtrando en la red poco a poco hasta incluirlos en su álbum de debut, “Kinky Dramas & Magic Stories” (Gomma, 2012).
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… Su primer largo es un compendio reluciente de disco-funk repleto de líneas de bajo magnéticas, pianos houseros y melodías afrodisíacas (interpretadas por una Kathy Diamond que parece asumir que su objetivo es provocar orgasmos, en ellos y en ellas). Sus videoclips mezclan erotismo (sugieren y enseñan con descaro), estética retro, referencias cinéfilas y buen humor. Y su sentido del espectáculo les permite meterse en charcos como rehacer canciones de diosas intocables como Madonna (su “Give Me All Your Luvin’”) y salir bien parados del intento. Es decir, que aúnan todas las condiciones necesarias para destacar dentro y fuera de las dancefloor más selectas, sibaritas y esnobistas (que tengan, eso sí, una buena zona VIP donde empapar de champán los correspondientes magreos).
PREDICCIÓN DE FUTURO. Su disco “Kinky Dramas & Magic Stories”, que ya lleva en el mercado casi dos meses, ya debería haber girado en mil y un reproductores de música, sin importar el formato; y sus mejores cortes, en clubes y discotecas de medio mundo. Pero parece que The KDMS siguen siendo un tesoro por descubrir más allá de Europa oriental. Los polacos, muy listos ellos, editaron el LP en las fechas idóneas para ser disfrutado en calurosas y desenfrenadas noches de verano al aire libre, bajo techo entre la multitud o en cama junto a la mejor de las compañías. Así que, ya saben, elijan una de las opciones… o las tres.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Hercules And Love Affair + lascivia vestida de satén + Diana Ross + hormonas polacas revolucionadas = The KDMS.
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MIRA… “Circles”.