Quédate con estas cuatro letras: RDRK… Si una canción te ha roto el corazón alguna vez, resulta que vas a adorar la música de este hombre.
¿DE DÓNDE SALE? En el caso de RDRK la gran pregunta no es «¿de dónde sale?«, sino más bien «¿dónde ha estado escondido hasta este momento?«. Y es que el mismo Rodrigo Núñez (que, por cierto, es el hombre detrás de este nombre artístico de erres imponentes) explica que lo de hacer música no es algo que le llegue aquí y ahora como un flagrante caso de aparición mariana, sino que más bien es algo que siempre ha practicado en la mayor de las intimidades. De niño recibió una formación musical clásica y, de adolescente, como muchos otros adolescentes de nuestra generación, descubrió todo un mundo en la electrónica.
Su primera aproximación a la composición, sin embargo, fue rudimentaria: él mismo se fabricaba sus propios cables y, para más inri, su primer aliado a la hora de hacer canciones fue un programa que venía de serie con el Windows 98 y con el que se podía mezclar música. Si eres lo suficientemente avispado, tú mismo habrás sumado dos más y dos y habrás visto que desde el Windows 98 hasta el presente han pasado muchos años… Muchos años que Núñez aprovechó para hacer canciones, cientos de canciones, que nunca llegaron a salir más allá de las cuatro paredes de su estudio casero.
Entonces, ¿qué es lo que ha cambiado para que ahora de repente estemos hablando de RDRK? Que, de repente, Rodrigo ha decidido unir esta pasión por la música con otra pasión igual de poderosa: la escritura. Al juntarlas, el resultado son canciones con las que pueda conectar un público más amplio… Y sólo hace falta escuchar «Un Niño» y «Boca, Voz Grito» para entender quién va a caer rendido ante la música de RDRK: cualquiera que haya pasado por ese dulce mal trago que supone que una canción te rompa el corazón.
RDRK ha decidido unir su pasión por la música con otra pasión igual de poderosa: la escritura. Al juntarlas, el resultado son canciones con las que pueda conectar un público amplio…
NOS TIENE TÓ LOCOS PORQUE… En el caso de RDRK, hay que reconocer que el motivo para quedarse loco es plenamente musical (que es como tendría que ser con todas las nuevas bandas si no viviéramos azuzados por los departamentos de marketing). Por ahora, sólo se pueden escuchar dos canciones… Pero son dos canciones que sirven perfectamente para empezar a definir el imaginario sonoro del proyecto. «Un Niño» parece algo así como si un grupo de pop español de los 90 influido por el shoegaze se quedara literalmente colgado en un eco hacia el infinito de una canción de Fuck Buttons en pausa. Y «Boca, Voz, Grito» es como si el último Dotore hubiera caído en la pócima mágica de los Parade más lisérgicos para, a continuación, salir hacia la superficie con un grito de post-rock en la boca. ¿Un cruce de referencias demasiado complejo? Ya. Bueno. Es lo que suele ocurrir cuando intentas describir música que no se parece a nada. Perdonadme.
PREDICCIÓN DE FUTURO. En el caso de RDRK hay una predicción de futuro que no la hago yo, sino el propio Rodrigo Núñez: dice que, tras unir música y escritura, lo siguiente es incorporar su propio trabajo como diseñador gráfico y convertir así RDRK en un proyecto audiovisual. Esta declaración me lleva entonces a mi predicción de futuro: si este hombre no está en el cartel del próximo MIRA 2015 será porque ya habrán cerrado por completo las contrataciones. Pero, oye, siempre nos queda el LAPSUS o cualquier festival de música avanzada. Tiempo al tiempo.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Maximalismo emocional + Dotore + skygaze + Parade = RDRK
MÁS EN… su Soundcloud.
ESCUCHA. «Un Niño»