¿DE DÓNDE SALE? De las colaboraciones más extrañas que puedas imaginar. Porque, a ver, escuchando cualquiera de las canciones de Lucy Taylor (que este es el nombre real de la mujer que se esconde detrás del sugerente nombre de Pawws), lo que menos pensarías es que esta chica era la encargada de tocar la flauta mientras MGMT estaban de gira y la que, además, se ocupó de los teclados en la última gira de Kele Okereke en solitario. ¿Qué pensará Kele de que cualquiera de sus colaboradores intente pasarle la mano por la cara como diva popera? Ni idea. Ni quiero saberlo. Pero lo cierto es que Taylor tiene madera para convertirse en una diva mucho más perdurable que la Okereke. Para empezar, la niña apunta maneras gracias a ese nombre tan catchy que ha elegido: Taylor dice que se puso Pawws porque le molan los gatetes (de ahí lo de «paws» o «patita de gato» dicho con la edulcoración de un fan fatal al procratinator) y la letra w (de ahí la reiteración de esta letra en el nombre). A no confundir con los escoceses Paws, que hacen indie y que son mucho menos entrañables. Pero siguiendo con lo que estábamos: Pawws tiene madera de diva popera por todo lo dicho, pero sobre todo por su capacidad de componer canciones que hacen pensar en el mejor escandipop por mucho que este niña nos llegue desde el norte de Londres. Casos como el de Taylor te hacen venir ganas de mandar a la mierda los prejuicios geográficos.
NOS TIENE TÓ LOCOS PORQUE… Si hubiera una rifa en la que el premio fuera ser la sucesora de Annie, Pawws tendría todas las papeletas para acabar luciendo la medalla en la pechera. Vamos: jackot asegurado. Y es que temas como «Slow Love» o «Time To Say Goodbye» hacen pensar en la Annie del principio, aquella que todavía era inocente e inexperta y le cantaba al chicle y al amor. Aunque lo cierto es que Lucy Taylor no parece muy dispuesta a cantarle al amor: «Slow Love» trata de cuando una relación entra en barrena y se ve afectada por la rutina y el aburrimiento, mientras que «Time To Say Goodbye» va, como muy bien dice el título, de ese momento en el que tienes que partir peras con alguien y decirle «bye bye». Así que recapitulemos: tenemos a una tipa que suena como la Annie del principio pero que está tan pasada de vueltas con la vida como la Annie actual. Win, win.
PREDICCIÓN DE FUTURO. Imposible no estremecerse de gustirrinín pensando en qué ocurriría si Richard X (el productor que mejor partido le ha sacado a Annie) descubriera a Pawws. Tres cuartos de lo mismo con Klas Åhlund (el hombre detrás del sonido que nos enamoró a muchos en el «Body Talk» de Robyn). Aun así, lo más probable es que Lucy Taylor acabe siendo de esas nuevas divas que pasan de productores y prefieren labrarse su camino a base del tesón de su propia creatividad… Por ahora, podremos comprobar de qué palo va esta niña cuando actúe por primera vez en el nuestro país: será el día 30 de noviembre en el Pop Bar de Razzmatazz Club (en horario de club, lo que asegura una noche más que movidita). Preparados para el primer contacto.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Annie + seguridad suficiente como para pasar de productores estrella + Robyn + un déficit absoluto de mamarrachismo y bastante clase = Pawws
MÁS EN… su Facebook y su Soundcloud.
ESCUCHA. «Slow Love»
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