Lael Neale y Kiwi Jr. son dos de los grandes fichajes de Sub Pop… Y por eso nos preguntamos qué más tienen en común (además de que van a enamorarte).
¿DE DÓNDE SALEN?
Lael Neale, de la Virginia rural (Estados Unidos). Kiwi Jr., de Toronto (Canadá). Aunque los orígenes de una y otros no deberían importarnos tanto como el sello que los reclutó dada su gran proyección: Sub Pop.
A su seno llegó Neale en el tramo final de 2020, en el que fue el punto de inflexión de una trayectoria labrada con esfuerzo en Los Angeles, ciudad a la que se había mudado para iniciar un proceso de ensayo / error empujada por una constante insatisfacción en busca del estilo deseado. Mientras se fogueaba en directo, fue madurando como cantautora inclinada hacia el folk clásico y de producción sencilla, género con el que dio forma a su primer disco, “I’ll Be Your Man” (Liberal Arts, 2015). Pero Neale tenía otras aspiraciones creativas, hasta el punto de que prácticamente ha borrado ese álbum de su biografía.
La carrera de Kiwi Jr. no ha sido tan fluctuante. Jeremy Gaudet (voz y guitarra), Brian Murphy (guitarra), Mike Walker (bajo) y Brohan Moore (batería) tuvieron claro desde su nacimiento como grupo en 2015 que lo suyo sería darle al indie-rock según los modos de Cloud Nothings, Yuck, Parquet Courts o, yendo más atrás en el tiempo, Pavement. Sin embargo, en la receta de Kiwi Jr. también cabía el indie-pop con ramalazo jangle de la escuela oceánica -una influencia que incluso se advierte en su propio nombre, al igual que en el de los barceloneses Kiwis-, pese a que en su debut en largo, “Football Money” (Mint Records, 2019), aún no enseñaban con claridad esa patita. Eso sí, ya habían sembrado el terreno para que Sub Pop se fijase en ellos y materializase su fichaje.
El mismo año que Kiwi Jr. publicaron su primer LP, Lael Neale vivió su gran fase de cambio, cuando descubrió el Omnichord, un instrumento electrónico de peculiar sonido, entre hipnótico y fantasmagórico, que se convertiría en su principal arma compositiva. De hecho, todas sus canciones empezaron a girar en torno a ese elemento (más una caja de ritmos) en una radical reformulación que se consumó con la salida de su segundo álbum, “Acquainted With Night” (Sub Pop, 2021). Un mes antes, a finales de enero, Kiwi Jr. habían entregado “Cooler Returns” (Sub Pop, 2021), la gran confirmación de su potencial.
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE….
El giro sonoro practicado por Lael Neale es tan sorprendente como coherente. Las canciones pertenecientes a “Acquainted With Night” se envuelven con un velo mágico y ensoñador provocado por la circunstancia de que Neale las compuso aprovechando el hechizo de la transición del atardecer al anochecer, aspecto al que hay que añadir un tono lo-fi derivado de la grabación doméstica aplicada con premeditación, ya que ella misma decidió mantener las primeras tomas de cada tema.
Es decir, que “Acquainted With Night” se registró sin eliminar los errores y huyendo de la perfección obsesiva. Así, Neale obtuvo un pop minimalista en el que priman la melancolía, la nostalgia, la dulzura y la espiritualidad plasmadas con melodías delicadas y una frágil voz. Aunque, curiosamente, el LP se abre con una pieza que conecta directamente con el pasado folkie de Neale: “Blue Vein”, la única del repertorio que se apoya en guitarra para emerger como una canción arrebatadora. A partir de ahí, el disco es una travesía emocional en la que la estadounidense canta a los perdedores del amor (“Every Star Shivers In The Dark”), recorre paisajes oníricos (“Acquainted With Night”), se recrea en la soledad (“For No One For Now”) o muestra un optimismo contenido (“Some Sunny Day”) y un bucolismo solemne (“Third Floor Window”).
Kiwi Jr. se mueven sónicamente en el extremo opuesto al de Lael Neale, ya que su baza se fundamenta en los ganchos de sus estribillos pegajosos y en los riffs guitarreros titilantes que se escuchan a lo largo y ancho de “Cooler Returns”. Da igual si se empieza por el principio o por el final: siempre va a aparecer un tema vibrante y enérgico, como el corte titular, “Undecided Voters”, “Waiting In Line”, “Domino”, “Highlights Of 100” o “Maid Marian’s Toast”, todo ello bien regado de coros luminosos y efusivos, agilidad rítmica y alguna que otra harmónica para aderezar un conjunto burbujeante que rinde homenaje al Dunedin sound y al C86 como marcan los cánones.
PREDICCIÓN DE FUTURO
A la hora de pensar en el porvenir de Lael Neale y Kiwi Jr. surgen dos inevitables comparaciones con las cuales es posible señalar por dónde pueden discurrir sus caminos desde este momento.
En el caso de la estadounidense, no hay que salir de Sub Pop para encontrar una referencia clara: Weyes Blood, salvando las distancias… A pesar de la propuesta tan personal de Neale, es inevitable ver trazas de Natalie Mering en sus canciones, como ocurre especialmente en la breve “Let Me Live By The Side Of The Road”, que parece establecer una conexión místicas entre ambas. Lael Neale posee suficientes virtudes para seguir su estela sin problema, aunque sin perder los rasgos diferenciales del sonido que caracteriza a “Acquainted With Night”.
Para hablar del futuro de Kiwi Jr. tampoco hace falta abandonar Sub Pop. Otro grupo de la escudería de Seattle viene enseguida a la cabeza cuando se intenta colocar un espejo ante el que los canadienses pueden verse reflejados: Rolling Blackouts Coastal Fever. De hecho, a Kiwi Jr. no les falta mucho para situarse como sus competidores más duros: solo otro LP en el que explotar definitivamente y redondear todavía más sus canciones, como hicieron los australianos el año pasado en “Sideways To New Italy” (Sub Pop, 2020).
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Omnichord + pop minimalista + la sombra de Weyes Blood + alma folk = Lael Neale / Indie-rock + jangle-pop + la sombra de Rolling Blackouts Coastal Fever + alma oceánica = Kiwi Jr.
MÁS EN… el Facebook y el Bandcamp de Lael Neale; y en la web y el Bandcamp de Kiwi Jr.
MIRA… “Acquainted With Night” de Lael Neale y “Maid Marian’s Toast” de Kiwi Jr.