¿DE DÓNDE SALE? De la Canadá que no suena a bandas superpobladas y multinstrumentales, sino a electrónica. Pero no a esa electrónica oscurilla que tiene como punta de lanza a Trust, sino más bien a otros canadienses ilustres que mucha gente olvida mencionar como padres absolutos y precursores de la olada nu-r&b que venimos viviendo en los últimos años. Me refiero, evidentemente, a Junior Boys. La cuestión es que, además de ser canadiense y sonar como Junior Boys, la relación de Jessy Lanza con la mencionada banda va mucho más allá de lo imaginable por cualquiera que llegue hasta el debut de esta niña sin saber nada de ella: «Pull My Hair Back» (Hyperdub, 2013) viene producido ni más ni menos que por Jeremy Greenspan. De tal forma que todas y cada una de las canciones del álbum suenan a como deberían sonar a día de hoy Junior Boys si Greenspan no hubiera decidido dar por zanjada la carrera del dúo: temas como «Keep Moving» podrían haber aparecido en un disco como «Last Exit» (Domino, 2004) si este hubiera estado cantado por una mujer, mientras que otros como «Kathy Lee» hacen pensar en las nuevas y duras locuras de Greenspan en solitario llevadas a un terreno menos hard y más pop. En un extremo o en el otro, pura delicia.
NOS TIENE TÓ LOCOS PORQUE… Sus canciones enganchan y hacen todavía más ostentosa la herencia de Junior Boys en el nu-r&b de nuevo cuño. Aquí, sin embargo, no hay una voluntad de limar las asperezas del post-dubstep más soulero (como ocurre en UK) ni de buscar inspiración en los grandes actos de los 90 (como sucede en los Estados Uniodos). Aquí hay una nueva vía que parte directamente desde la sensibilidad hiper-sensuada que Greenspan practicó al frente de Junior Boys durante tantos años. ¡Ah! También nos tiene bastante locos por la proeza de haber editado su «Pull My Hair Back» en Hyperdub… Si unos tipos tan duros se han fijado en ella, por algo será.
PREDICCIÓN DE FUTURO. «Pull My Hair Back» no va a ser un disco que llegue inmediatamente a las masas (como, por ejemplo, el de Jessie Ware) igual que los discos de Junior Boys nunca llegaron a calar a un nivel mainstream. Es lo que hay. Esta concepción de lo sensual, igualmente alejado de otros actos más exhibicionistas como el de Rhye, no es para todo el mundo. Por desgracia. Aun así, a Lanza no es difícil augurarle una brillante carrera como crooner de la vida erótica de una minoría que prefiere la sensualidad a la sexualidad. Que también existimos.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Junior Boys + voz femenina + Rhye + Una concepción del erotismo menos «¡Zas! ¡En toda la boca!» = Jessy Lanza
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MIRA. «Kathy Lee»
