Este mes la cosa va de videojuegos. Y es que Diábolo Ediciones nos trae -valga la redundancia- «Videojuegos«, la última obra del joven y prolífico autor francés Bastian Vivès. En esta ocasión, el autor se aleja de sus temas más recurrentes como el amor, las relaciones personales o los pechos gigantes y nos trae una divertida obra centrada en los videojuegos y todo lo que los rodea. Con un dibujo rápido, simple, en blanco y negro y con reminiscencias, en un estado primordial, al estilo ya utilizando en «Polina» o «Los Melones de la Ira«, el francés nos trae las historias de distintas personas que viven por y para su hobby más preciado: los videojuegos.
A pesar de utilizar todos los clichés posibles relacionados con este tema, las historias no dejan de sorprender y consiguen arrancarte una sonrisa de complicidad. Donde más se luce Bastien es en las historias de pareja… Una de ellas se centra en ese momento crucial en el que una pareja de novios se desafía por primera vez a un juego de uno contra uno: la tensión ridícula del momento se puede palpar perfectamente en el ambiente. Y es que ,¿prefieres perder y quedar a los ojos de tu novia como un inútil por haber sido derrotado por una principiante o ganar y llevarte una bronca por estúpido e insensible con la consiguiente temporada sin sexo como castigo? Consciente de que las relaciones entre personas son su punto fuerte, Vivès lo explota de manera soberbia dando forma a uno de los mejores momentos de toda la obra.
Pero no solo de estereotipos vive este joven escritor, ya que a través de algunas historias es capaz de dejar en ridículo a la misma industria de los videojuegos, meter un poco de critica social centrada en la lucha de sexos e incluso hacernos soltar una carcajada con una historieta donde las cápsulas Hoi Poi son las protagonistas. Es evidente que el francés sabe perfectamente de lo que está tratado y que él mismo es el primer apasionado de la materia: a pesar de ser historias que se ríen de los videojuegos y sus devotos seguidores, el cariño con el que trata el tema se aprecia con solo echarle un simple vistazo al trabajo.
La obra, pese a estar obviamente dirigida a los fans de los videojuegos, es altamente disfrutable para el resto de mortales. La verdad es que, sin ir más lejos, yo no soy un gran aficionado de los juegos de videos y tengo que admitir que he disfrutado y me he reído mucho con las distintas historias. Tanto si amas a los videojuegos como si no, tírate de cabeza a por esta obra o a por cualquiera del autor. Lectura veraniega muy recomendable con el sello de garantía Bastien Vivès.
¡No te arrepentirás!