¿Vas de camino al VIDA 2019 y ya tienes pesadillas con las solapaciones? No te precupes, que aquí llega la guía definitiva para sobrevivir a los solapes.
Hay una experiencia común que todo amante de la música ha experimentado por lo mínimo una vez; una experiencia que podríamos llegar a calificar de extasiante, trascendental, que nos hace elevar nuestra serotonina a niveles insospechados desde la silla del curro: el subidón de ver el cartel completo de ESE festival por primera vez. El preciso instante en el que el festival decide poner la toda la carne en el asador y ya no hay vuelta atrás.
Después de casi medio año esperando, te dedicas a leer de una manera enfermiza todos esos pequeños nombres que se amontonan uno encima de otro: algunos los vas a odiar, otros serán justamente lo que deseabas, puedes llegar a fingir que pasas de algunos que en realidad te mueres de ganas de ver, otros no tienes claro que sean grupos reales e incluso te podrás topar con alguno que otro que dabas por muerto. Recuento rápido. Sale a ganar. El numero de gente a la que quieres ver supera de sobras el dinero invertido en la entrada. Un paraíso terrenal, la tierra prometida, un oasis en medio de la monotonía. Sientes que has logrado burlar a la industria y con solo un festival vas a ir a ver a todos esos grupos que te-molan-estan-de-moda-son-de-la-escenita-van-a-quedar-bien-en tus-stories-y-el-pavo-que-te-mola-va-a-pensa-que-tiene-un-gusto-guay. Has triunfado. Pero entonces llega la cruel realidad, la segunda sensación que todo fan de los festivales ha experimentado: LAS SOLAPACIONES.
Sí, amigos, ese suceso que hace que a todos se nos haya hecho un poco bola un festival. Porque, seamos sinceros, ¿qué seria de ir a los festivales sin un poquito de drama del primer mundo?
Y aun que cada festival sea un mundo, siempre hay algunos que podemos encontrar en cualquier festival. Así que vamos a ver que distintos tipos de solapes nos podemos encontrar analizando los quebraderos de cabeza del VIDA 2019, que se celebra del 4 al 6 de julio en Vilanova y la Geltrú (Barcelona).
La Leyenda VS el artista emergente

The Charlatans vs. Cariño (Sábado 6). Típico. En todo festival tienen que solapar una banda que llevas años esperando ver con otra que a la que te has enganchado de mala manera en los últimos meses y no puedes parar de escuchar. Se trata de una apuesta siempre arriesgada, ¿Sonaran bien después de tantos años?¿Sabrán llevar un concierto teniendo tan pocas tablas? La primera te recuerda a un tiempo y a un lugar que ni tan siquiera has vivido como es el Britpop en Inglaterra y la otra a tu último ligue regulero de Tinder.
La dicotomía millenial, antigua pero moderna. Si lo que tienes es miedo de no volver a tener la oportunidad de escuchar un himno angs adolescente como lo es «The Only One I Know«, vete de cabeza, sin dudarlo, a The Charlatans; ¿quién sabe cuando volveréis a coincidir? Por lo contrario, si lo que quieres es jarana de la buena, volver a reírte por enésima vez mientras que estás triste por ese crush que pasa de ti, entonces ves corriendo a bailar a ritmo de pop con las chicas de Cariño. Juro que no decepcionan nunca.
Los Opuestos

Beirut vs. Egosex (Viernes 5). No tienen absolutamente nada que ver y tu lo sabes. Aquí ir a uno significa perder por completo la experiencia del otro y es algo que te pasará siempre si tienes un gusto mínimamente diverso musicalmente hablando. Beirut es uno de los platos más fuertes del festival con esa mezcla de sonidos que va des del folk a la música mexicana, pasando por el pop más barroco y toques balkanos. Por otro lado Egosex nos trae una propuesta sensual, rítmica, de aires africanos mezclados con toques electrónicos.
Toca escoger en que atmósfera quieres moverte. Si quieres música ligera con ciertos toques de grandeza, Beirut es tu momento, sumergirte total en una experiencia fresca y alegre. En cambio, si lo que prefieres es algo más sensorial, sentir por todo el cuerpo la música; Egosex es tu sitio. No hay una elección correcta, pero cualquiera de las dos te dejará absolutamente maravillado.
Los de la nueva escena nacional

Carolina Durante VS Ortiga (Sábado 6). No hay festival que se salve. Hay momentos que me imagino a la organización de los festivales intentando dar espacio al máximo numero de artistas locales pero luego tirándose de los pelos porque, vaya, los van a solapar. Lo jodido es que te dejan a ti el marrón. El tema es que aquí la elección está bastante despolarizada, porque suelen ser jóvenes, tienen propuestas muy buenas y fresquísimas y que, encima, conectan a la perfección con el público más joven.
Voy a ir al grano porque esta me duele más que arrancarme una tirita. Si lo que quieres es cantar los próximos himnos del indie nacional, tener una pequeña oportunidad de ver a Amaia o cantar «Cayetano«: ves a saltar a los pogos de Carolina Durante. Si por lo contrario queréis saber que fue del 50% de Esteban y Manuel, que tantas alegrías nos dieron, bailar ritmos latinos con autotune y empezar la fiesta de fin de festival a lo grande: vete a mover “culo arriba, culo abajo” como canta Ortiga.
Para tranquilizaros diré que hay media horita que no se solapan y se puede intentar todo, los milagros casi existen.
El fin de fiesta

Hot Chip vs Derby Motoreta’s Burrito Kachimba (Jueves 4). Esto es muy común: dos tipos de mood para cerrar la fiesta del día. Ese terrible momento en el que tu grupo de amigos ya va un poquito tibio, alguno se ha perdido y otro quiere atar ya el ligue que se lleva trabajando todo el día. Eso sí, todos queréis terminar la jornada a lo grande. En este caso el VIDA 2019 nos ofrece la oportunidad de bailar raro al ritmo electrónico de Hot Chip y escuchar el liberador «Ready For The Floor«; y por otro lado nos da la posibilidad de saciar nuestros instintos más rockeros, más de cerveza-calimocho-combinado-cargado, cantando a pleno pulmón Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Llegados a este punto de la noche, siempre tienes dos opciones: la primera es seguir tus instintos e ir a tu grupo favorito, o bien dejarte llevar por la buena onda de tus amigos e ir al que más os entre a modo general (que con un poco de suerte coincidirá con lo que quieres). Es una decisión difícil pero al final siempre sale bien.
Resumiendo, los solapes de los festivales nos podrán llevar de cabeza hasta el final. Pero lo que si está seguro es que, si dudamos entre dos grupos que nos gustan, sea cual sea nuestra elección será la elección correcta. Y, si no, de todo se sale y el año siguiente puedes volver a probar. [TEXTO: Eva Sebastián] [Más información en la web del VIDA 2019]