El vestido de novia de Chloë Sevigny, Rosalía para Skims, el Orgullo de Diesel y Calvin Klein, los pepinos de Kendall Jenner… ¿Up o Down?
UP
No sabemos qué nos gusta: la boda de Chloë Sevigny… o el vestido que le ha diseñado Glenn Martens.
Más buenas noticias parejiles: Rihanna y A$AP Rocky ya son papás.
Diesel celebra el Orgullo con una colección cápsula de Tom of Finland. Así, sí.
La nueva colección resort de Louis Vuitton nos da mucha vibra «Horizon: Forbidden West«. Y mola.
Jacquemus colabora con Nike. Queremos saber más.
Calvin Klein celebrando el Orgullo nos hace sentir orgullosos.
Doja Cat fue la ganadora absoluta de la red carpet en los Billboard Music Awards de este año.
Laura Pausini dándole caña a la moda italiana en Eurovision fue puro AMOR.
¿Nuevos motivos para seguir adorando a Martine Rose? Aquí.
Ya lo hemos dicho todos, pero si el mismísimo Bob Mackie dice que Kim Kardashian nunca debería haberse puesto el vestido de Marilyn, va a ser que es verdad.
Se abren las apuestas: ¿quién interpretará a Kate Moss en su biopic?
Elon Musk paraliza la compra de Twitter porque no ve claro la cantidad de cuentas falsas y spam en la red social. Vamos, que tiene miedo de que los bots acaben con su libertad de expresión.
DOWN
Rosalía imagen de Skims. ¿Por qué nos haces esto, Rosi?
Britney ha sufrido un aborto. Y nos encantaría tener una forma real de hacerle llegar todo nuestro cariño.
Solo Supreme podía conseguir que la dupla Dr. Martens + Spider-man acabara MAL.
Kanye vuelve a retratarse como un imbécil al afirmar que la carrera de Kim Kardashian se acabó en el momento en el que empezó a vestirse ella misma.
Givenchy x Disney, el aburrimiento supino de la semana.
Adoramos a David Harbour, pero su look en la presentación de la cuarta temporada de «Stranger Things»… Mira, no.
¿TOUS en Primavera Sound y Mad Cool? ¿Por qué?
Bizarrada de la semana: un chef critica la forma en la que Kendall Jenner corta sus pepinos. Y tal.
Justin Bieber va a lanzar el café que no querrás tomar nunca.
El home tour por la casa de Travis Barker es tan cringe como él mismo.