RuPaul en Vanity Fair, James Corden vestido de Anna Wintour, J-Lo para Coach, la colección de ropa para niños de Billie Eilish… ¿Ups o Downs?
UP
La portada de RuPaul en Vanity Fair ha sido lo mejor de la semana. Sobre todo porque, en la era del anti-Photoshop, la tía parece que no puede parar con los retoques digitales. Bien por ella.
Tyler, The Creator en la portada de los Hombres del Año de GQ. Obvio.
Jennifer Lopez es la nueva cara de Coach. Y no sabemos vosotros, pero nosotros estamos muy dispuestos a tener a J-Lo hasta en la sopa.
James Corden vestido de Anna Wintour es algo que debería tener su propio programa semanal. En Apple tv+, evidentemente.
El baúl para sneakers de Loius Vuitton es la gilipollez carísima que más deseamos ahora mismo en toda la faz de la tierra.
Ver al FC Barcelona con ropa de Thom Browne hace que, de repente, el fútbol no nos parezca tan coñazo.
Savage x Fenty ya tardaba en elegir su primera embajadora. Y, la verdad, no se nos ocurre nadie mejor que Normani. Ahora, venga, todos a estudiar sus temazos.
Alguien tenía que decirlo, y ha sido HighSnobiety: ahora te gustan las marcas de outdoor que le han molado a tu padre toda la vida. Admítelo. Abrázalo. Celébralo.
DOWN
Pues ahora resulta que La Kanye dice que «Jesus is King» tendrá una segunda parte. Lo que ocurre es que no nos preocupa porque, tal y como funciona la tía, el disco llegue probablemente en 2035.
Nirvana (o, bueno, suponemos que «lo que queda de Nirvana«) le han metido un paquete legal a Marc Jacobs por usar su logo del smiley sin consentimiento. No es no, Marc.
Anti Social Social Club anuncia una colaboración con Hello Kitty y otra con Micro Machines… Pero, no, no hay forma de que nos hagan creer que lo suyo no se quedó en agua de borrajas.
¿La colección de ropa para niños de Billie Eilish es cuando decimos basta?
Vogue dice que el hombre más poderoso en la industria de la moda a día de hoy es Timothée Chalamet. Mi no entender.
El fashion show anual de Victoria’s Secret por fin se ha cancelado de forma oficial. ¿Podemos olvidar ya entonces a esta marca tan horrenda?
La popularidad del Black Friday está en declive. Y, mira, nos alegramos… Porque vaya despropósito, guapa. Pero, joder, ahora que nos habíamos acostumbrado, ¡bye, bye!