Valle Eléctrico es la nueva plataforma en Madrid que nace con la intención de citarnos una vez al mes en la Sala Nasti para llenarnos de electrónica, synth y, en este caso que nos ocupa, algo de goth (como si ya no hubiese suficiente oscuridad en el día a día madrileño). Una cita que es concierto y club a la vez, pues mezcla grupos en directo con djs, todos bajo el mínimo común múltiplo de las texturas, las bases y los ritmos hipnóticos. Pasado ya el momento del estreno, la del 17 de mayo fue la segunda noche en la que Valle Eléctrico vestía la Nasti con montañas geométricas, luces de neón y picos de metal (todo textualmente hablando) para ofrecernos una oportunidad que dentro de poco será considerada lujo: disfrutar de los canadienses Trust con poco más de 180 personas en la sala.
Para quien no conozca ya “TRST” (Arts & Crafts, 2012), el disco debut de este dúo, una breve descripción: oscuridad pop electrónico a medio camino entre unos Salem sin drogar, una Zola Jesus discotequera y un clima lyncheniano con su sadismo incluído. Una mezcla apoteósica para los que nos gustan las melodías fantasmales que encima no perdieron ni una pizca de intensidad en vivo. Con el apoyo extra de un batería, Trust convirtieron la Nasti en una sauna en la que nadie dejó de bailar con los machacones ritmos de temazos como “Sulk” (atención a este hit) o “Bulbform”. Un desgaste físico de los que molan que supo a poquísimo por los escasos cuarenta minutos que estuvieron sobre el escenario. Sin bis ni nada… La oscuridad no admite concesiones.
Previamente, calentaron la sala Peakmood y Daniel Von Lion, dos nombres patrios de electrónica y experimentación que tuvieron que sufrir el desconcierto de tocar a una hora demasiado temprana en comparación a lo bailable de sus propuestas.
[Alejandro Masferrer] [FOTOS: Álvaro Cantero]