Así suena «Ruptura», el temazo que avanza el nuevo disco de Triángulo de Amor Bizarro y en el que la banda cumple su promesa de un cambio de rumbo.
«El Gatopardo» (Mushroom Pillow, 2018), pese a ver la luz en formato EP, no fue un trabajo menor en la discografía de Triángulo de Amor Bizarro. Sólo contenía cuatro canciones, pero estas servían no sólo como excusa perfecta para que Rodrigo Caamaño, Isa Cea, Rafa Mallo y Zippo se subieran de nuevo a los escenarios y siguieran dando cera armados con su arsenal noise-rock, sino también -y lo más significativo- para anticipar una posible renovación sonora sin perder las potentes señas de identidad de su estilo.
«No sé si ‘El Gatopardo’ es un inicio o un final, aunque sí que ha valido para experimentar un poco con nuestro sonido», reconocía Rodrigo en la entrevista concedida a Fantastic Mag tras la publicación del EP. Efectivamente, en el interior del EP se escuchaba funk medieval, post-punk vitaminado y pop retorcido, con lo que se intuía que aquel movimiento podía suponer un cambio de rumbo en la implacable e impecable trayectoria de Triángulo de Amor Bizarro, una sensación que confirmaba Rodrigo: «Lo hemos tomado como un paso hacia lo siguiente que vamos a hacer».
Triángulo de Amor Bizarro gustarán más o menos, caerán mejor o peor, pero es innegable que hablan con claridad. No les hace falta pasar sus palabras por filtros. Así que quedémonos con esa intención de los de Boiro de usar «El Gatopardo» cual trampolín para saltar hacia adelante. Porque, casi dos años después, han empezado a demostrarlo con el primer avance de “Triángulo de Amor Bizarro” (Mushroom Pillow, 2020), el que será su quinto álbum -bautizado como su LP de debut, aunque plasmado con escritura especular-, que se publicará el 20 de marzo.
Da la sensación de que el grupo quiere cerrar definitivamente las bocas de aquellos críticos que lo acusan de recurrir siempre a la misma plantilla y tapar con capas de ruido de una manera rutinaria su discurso (cada vez menos) críptico…Y el título del tema en cuestión apunta a esa hipótesis: «Ruptura».
Simple y rotundamente.
Producido por Carlos Hernández -el quinto triángulo-, bastan sus dos minutos y medio de duración para comprobar cómo Triángulo de Amor Bizarro rompen sus propios moldes.
Tirando hacia un sonido industrial y estridente conectado con el hardcore punk metálico, la sierra radial de los coruñeses gira a toda velocidad más afilada que nunca.
Su rítmica acelerada y espartana propulsa a Rodrigo hasta introducirlo en un furibundo torbellino sónico dentro del cual grita, rozando sus límites físicos, frases repetitivas que atraviesan los oídos y llegan al cerebro convertidas en ecos esquizoides.
Si, en anteriores ocasiones, con las canciones de Triángulo de Amor Bizarro daban ganas de sacar la guillotina o encender las antorchas, con «Ruptura» la única opción que queda es levantar las barricadas.
Empieza la revolución.
Más información en el Facebook de Triángulo de Amor Bizarro.