Hace unas semanas nos regalaron un altavoz inalámbrico Sony SRS-X2… Y no hemos podido evitar la tentación de enseñaros qué hemos estado haciendo con él.
Lo reconocemos: como a todo hijo de vecino, en Fantastic Plastic Mag nos encanta que nos hagan regalos… Hace unas semanas, por ejemplo, recibimos un bonico Sony SRS-X2, lo que es lo mismo: un altavoz inalámbrico que funciona por conexión Bluetooth desde tu smartphone, tu tablet, tu portátil o lo que te dé la gana (bueno, «lo que te dé la gana» que tenga Bluetooth, claro). En cuanto lo recibimos, lo cargamos (con su cablecito USB hacia el portátil) y nos dispusimos a probarlo. Una cosa os decimos: no hemos parado desde entonces.
En serio. Os lo decimos muy en serio. Y mira que no somos mucho nosotros de eso de llevarse la música ni a otra parte ni a todas partes (¡muerte a los que escuchan reggaetón en el metro a través de sus teléfonos y a toda pastilla!). Pero, oye, además de para llevarnos nuestro Sony SRS-X2 de vacaciones, que todo se andará, hemos descubierto que lo hemos acabado por utilizar en muy diferentes lugares de nuestras casas. Así que, oye, ¿por qué no fardar un poquillo y mostraros qué hemos estado haciendo con este regalo tan especial?
1. ESCUCHAR MÚSICA EN LA TERRAZA. Que conste que en Fantastic Plastic Mag somos mucho de hacer nuestro cafelito de media mañana en la terraza para aprovechar el solecito de invierno y la fresca del verano. Y, oye, la verdad es que el Sony SRS-X2 hace que nuestros cafés sean más amenos… Lo jodido es que, entonces, entre el solecito y el musicón, a ver quién es el majo que vuelve a ponerse a currar.
2. DESGAÑITARNOS EN LA DUCHA. ¿Meter el portátil en el lavabo mientras te duchas y que se acabe estropeando por culpa del vapor? ¡Nunca más! La llegada del Sony SRS-X2 ha conseguido que nuestras duchas sean más largas y, sobre todo, más repletas de esos intentos de cante jondo que sólo te atreves a perpetrar en la intimidad del baño cuando el estruendo del chorro del agua encubre tus escasas dotes de cantante.
3. LA COCINA. Nos encanta cocinar con algún libro de El Comidista como guía (porque, por si no lo sabéis, sus recetas son totalmente infalibles). Y lo que más nos gusta precisamente de sus libros es que acompaña cada preparación con una canción o un disco en concreto… Desde que tenemos el Sony SRS-X2, podemos cocinar al ritmo que nos marca El Comidista. Aunque también es cierto que acabamos improvisando lo más grande. Y luego sale lo que sale.