No se nos ocurre nada más burro que «Deception IV: Blood Ties»: un juego en el que tu misión es cargarte (de forma sádica) a los típicos aventureros de otros juegos.
Hay cosas de las que sólo son capaces los japoneses… En serio, es que cuando son burros, no hay quien les gane a burros. Y no nos estamos refiriendo a «burros» en su acepción animal, sino en su acepción más figurada: a esa que se utiliza cuando a alguien se le va la olla lo más grande, vamos. Y si no sabéis de qué estamos hablando porque resulta que sois de los pocos desconocedores de la saga «Deception«, simplemente dadle al play en el video al final de esta noticia y después seguid leyendo. La cuestión es que «Deception IV: Blood Ties» no es sólo la cuarta entrega de esta saga, sino que también es la última locura del gran Keisuke Kikuchi (el creador de aquella otra burrada -esta vez en su acepción más malrollera y de terror de verdad- que fue «Fatal Frame«) editada por Tecmo Koei Games en Japón.
Porque, a ver, ¿a quién se le podía ocurrir hacer un juego en el que tu misión principal es, simple y llanamente, cargarte a los aventureros típicos de otros juegos? De eso va «Deception IV: Blood Ties«: aquí tomas el control de Laegrinna, un fragmento animado de un alma demoníaca que se dedica a poner trampas mortales contra sus enemigos ayudada por otros tres demonios (con cuerpos de mujer tan sensuales y curvilíneos como el de la protagonista) que viene a representar tres grados diferentes de crueldad: Tormento Sádico, Muerte Compleja y Muerte Humillante. ¿Que todo suena muy fuerte? Sí, ya te lo advertíamos al principio de este texto. Pero además de fuerte, suena terriblemente divertido, y más todavía si vemos en el video de más abajo en qué consisten las mencionadas trampas, que suelen oscilar entre lo sádico y lo tronchante. «Deception IV: Blood Ties» está disponible desde el pasado 28 de marzo para PS3 y PS Vita… ¿A qué esperas para hacer un poco el japo?