Llevamos dándole vueltas a «Lightning Returns: Final Fantasy XIII» desde el lejano septiembre del año 2012: de entonces data la primera noticia de las muchas que le hemos ido dedicando a los avances de esta tercera y última parte destinada a cerrar por completo el arco argumental de la entrega número trece de «Final Fantasy» (puedes ver todos nuestros posts en este enlace)… Viendo las atenciones que le hemos deparado a este juego a lo largo de los meses, cualquiera podría pensar que desde hace tiempo teníamos claro que este sería uno de los juegos que más nos apetecería jugar en el año que por fin viera la luz: ese año ha sido el 2014 y ya podemos decir con la voz quebrada por la excitación que «Lightning Returns: Final Fantasy XIII» ya está a la venta para PS3 y Xbox 360. Cualquiera podrá preguntarnos: ¿a qué viene tanta excitación si, como el resto del mundo, en más de una ocasión hemos afirmado que esta saga hace tiempo que está de capa caída?
Pues tanta excitación viene provocada por un motivo básico: estábamos preparados para toparnos frontalmente con este juego del que sabíamos que emplazaría a una Lightning que ha estado varios siglos cristalizada en el mundo de Nova Chrysalia, al que sólo le quedan doce días de vida. En ese escaso espacio de tiempo, sabíamos que al heroína tendría múltiples oportunidades de embarcarse en las luchas por turnos tan típicas de la saga, de ponerse múltiples modelazos y, sobre todo, de decidir el futuro de las almas de la humanidad: ¿a quién salvar y a quién dejar perecer? Pero para lo que no estábamos preparados era para este trailer de lanzamiento que podéis ver al final del post, en el que de pronto aparecen todos los personajes que hemos aprendido a adorar en las dos entregas anteriores de «Final Fantasy XIII«, embargando nuestros corazones en lo que parece una trama de alta intensidad emocional. Nunca le hemos pedido menos a esta saga, pero parece que en esta ocasión tampoco podríamos pedir más. Si tuviéramos más, ¿lo soportaría nuestro corazoncito de fans de la saga?