«Batman: Arkham Origins» ya está en la calle. Desde el pasado 25 de octubre para Xbox 360, PS3 y Wii U, para ser más exactos. Y si no te has enterado de que uno de los juegos más importantes del año iba a ser esta precuela de la saga «Batman: Arkham» es porque no nos has prestado ni puñetera atención, porque mira que te lo hemos ido advirtiendo: primero nos estremecimos cuando se filtró la primera noticia de que la nueva entrega de la saga sería una precuela (en este post), después hemos ido siguiendo su evolución trailer a trailer (aquí y aquí, por ejemplo) y, finalmente, ya nos quedamos locos del todo -y más que requeteconvencidos- con el video de gameplay que se hizo público en el pasado E3 (y que puedes ver aquí). Ha sido una evolución natural, la verdad, pero también ha sido una evolución de esas que cada vez te va dejando con los dientes más y más largos y con ganas de tener ya el mando entre tus manos y volver a sobrevolar Arkham con tu capa de hombre murciélago.
Sea como sea, poco nos queda por decir de «Batman: Arkham Origins» hasta que lo hayamos probado y lo podamos analizar en primera persona. Hasta entonces, sin embargo, tendremos que conformarnos con el trailer de lanzamiento que se hizo público hace unos días y que puede verse el juego en toda su potencia tanto narrativa (este arco argumental en el que Batman ha de enfrentarse a Máscara Negra y a otros ocho asesinos promete ser de los más complejos, sorprendentes e interesantes de la saga) como jugable (con muchas novedades no sólo en las armas, sino en ese mapeado que dicen por ahí que es el más amplio de toda la serie de juegos). Si no tienes todavía «Batman: Arkham Origins» en tu poder, cuidado, porque esto te va a poner los dientes tan largos que vas a acabar rallando el suelo.