[dropcap]S[/dropcap]KULLCANDY. En este Top ya hay unos auriculares, lo sabemos… Pero aquí hay que reconocer dos cosas: 1. Que no todo el mundo tiene espacio suficiente en su mochila como para llevar hasta el festival unos auriculares tipo «mostrencazo» (por muy plegables que sean) y 2. Que no a todo el mundo le gusta la sensación de tener esos auriculares gigantescos ocupando la mitad de su cabeza (y mucho menos con la solana que suele caer en festivales). Para todos ellos, la solución es unos auriculares de botón de los de toda la vida. A ese respecto, la opción festivalera más winner siempre ha sido, es y será la de Skullcandy: sus modelos suelen aunar una confortabilidad extrema con un sonido de calidad profesional. Y eso es lo que se encuentra al cien por cien en su gama Ink’d 2 en general y en estos dos modelos en concreto que nos parecen especialmente ideales para festivales: colores fluorescentes, líneas claras, almohadillas con acabado manchado. Además, permitidnos que os comamos un poco la oreja con algo que nos encanta de este modelo (y que conste que hablamos desde la experiencia): sus almohadillas adaptables a cada tipo de oído consiguen anular el sonido exterior casi al cien por cien. Pero volvamos a los colorinchis tremendos de estos dos modelos: ¿no te parecen el complemento ideal para tus Nike ID nu-raveras y noventosas?
[dropcap]S[/dropcap]ONY SRS-X2. Ahora mismo no estamos pensando en los festivales urbanos, sino más bien en esas citas en medio de la nada pero con una maravillosa zona de acampada… ¿Qué es lo que suele faltar en esas zonas de acampada? Está clarísimo: buena música. Porque está claro que siempre están los cuatro pringados que se dedican a poner canciones sueltas a través de sus móviles, pero eso suena mal y te deja como un tipo cutre a más no poder. Si quieres evitar esa sensación, nuestra recomendación es el Sony SRS-X2: un altavoz portátil que tiene el tamaño perfecto (incluso podrías llevarlo en la mano) sin necesidad de sacrificar un sonido que, en este caso, resulta totalmente nítido y profesional gracias a la avanzada tecnología del ClearAudio+. La carcasa es dura (para resistir los golpes habituales en este tipo de entorno), su batería tiene una autonomía de unas cinco horas y, sobre todo, reproducir canciones a través del SRS-X2 es tan fácil y sencillo como utilizar el Bluetooth de tu reproductor. El único problema que le vemos es que no vas a querer abandonar tu tienda de campaña porque la mejor música va a estar sonando continuamente en ella.
[dropcap]C[/dropcap]ANON LEGRIA MINI X. Por favor, ¿alguien puede hacernos un poquito de caso cuando decimos que esto de olvidarse de las videocámaras ha sido uno de los peores errores de la humanidad en este siglo 21? Entendemos que el arte del video siempre ha sido más complejo que el de la fotografía, ya que implica un cierto nivel de edición (y una gran dosis de buen gusto que no todo el mundo ostenta). Por suerte, parece que las nuevas videocámaras empiezan a comerle terreno a la foto fija con propuestas tan tremendas como la de la Canon Legria Mini X: una micro-cámara que se muestra acertadamente ambiciosa a la hora no sólo de captar las imágenes con la mayor de las calidades (su objetivo ultra gran angular de 170º te permitirá hacer verdaderas virguerías), sino que también se autoproclama como una pionera a la hora de grabar el sonido con una calidad de CD. Ahí es poco. ¿No es es eso lo que quieres en un festival? La mejor imagen y el mejor sonido juntos de la mano de este modelo de Canon con conexión WiFi, integración con cualquier smartphone y, sobre todo, con un diseño compacto e inteligente que te permite tanto hacer de reportero como trasladar el rollo selfie al mundo del video. De verdad: ¡ya era hora de que pudiéramos disfrutar de una videocámara como la Legria Mini X!