[dropcap]R[/dropcap]ED ANT. Si no te has puesto hasta el ojal de dumplings del Mosquito en alguna que otra ocasión, eso significa que no eres de Barcelona. Y quien dice Mosquito, dice Red Ant, puesto que ambas propuestas están más que hermanadas. Pero, vamos, que si no sabes de qué te estamos hablando es eres de otro puñetero planeta. Porque, al fin y al cabo, la cocina del Red Ant (en el número 5 de la calle Tiradors) hace mucho pero que mucho tiempo que es uno de los secretos a voces de la Ciudad Condal. La carta elaborada por el chef James Salesbury ha acabado por destacar por tener más que probablemente los mejores noodles de la Ciudad Condal, pero tampoco hay que pasar por alto cualquier otro de los platos que son practicadas bajo una filosofía minimalista capaz de concentrar el máximo sabor en un mínimo espacio. Una filosofía, por otra parte, que nos parece más que ideal para Eat Street, donde se dedicarán a repartir a diestro y siniestro sus «panets»: unos bollos de pan al vapor cocinados con harina ecológica y rellenos de carne de cerdo rostido «charsiu», cansalada o pato cantonés y acompañados de pepinos al vinagre, cebollino y salsa hoi sin y/o salsa picante. Una locura. [más info]
[dropcap]R[/dropcap]OOFTOP SMOKEHOUSE SANT ANTONI. Ahora que la comida ha tomado las calles, ¿cuál es el siguiente paso? Está claro: ¡que tome los tejados! Ese parece ser el lema que mueve el motor de Rooftop Smokehouse Sant Antoni: tomar una terracita del barrio de Sant Antoni (es decir: el epicentro hipster de los últimos tiempos barceloneses) y montar un punto de encuentro para todos aquellos amantes de los sabores (fuertecitos) surgidos de un ahumadero de madera. Pastrami, pato, caballa, pulpo… Las posibilidades a ahumar son infinitas, y más cuando se acompañan de otra de las aficiones de los chicos de esta smokehouse: los encurtidos. ¡Ah! Y no olvidemos que también hacen su propia cerveza artesanal. Sólo esperamos una cosa: que puedan trasladar a la perfección la dulce intensidad de sus sabores ahumados desde el tejado de Sant Antoni hasta el recinto de Eat Street. Si lo consiguen, vais a alucinar. [más info]
[dropcap]T[/dropcap]ONKA. El bar Tonka se ha convertido en uno de los epicentros gastronómicos de Sant Antoni ya sea gracias a sus sobrosos platos (a medio camino entre la comida tradicional catalana / española y su revisión desde el punto de vista verde y natural) o sus imprescindibles y muy copiosos brunches del fin de semana (porque, para que te aclares un poco, Tonka abre entre semana de 18h a 24h, y de viernes a domingo de 10h a 24h). Hasta Eat Street transportarán la última obsesión de la chef Mayela: las arepas. Un plato que, ciertamente, todavía no ha sido lo suficientemente explotado en Barcelona y que, al fin y al cabo, puede convertirse en uno de los iconos del Tonka porque, al fin y al cabo, seguro que lo tratan con el mismo mimo que tratan al resto de su comida. Es decir: rozando la artesanía gastronómica. [más info]