AUTOMÁTICA.
1. ¿Dónde avistamos por primera vez esta joya literaria inédita?
En Skoob Books, la mejor librería de segunda mano de todo Londres.
2. ¿Qué fue lo primero que pensamos al leerlo?
Oh. My. God. ¿¡Inédito!? ¡¿Cómo es posible?!
3. ¿Cuán árduo fue conseguir los derechos de traducción españoles?
Un par de emails; ni uno ni tres: dos. Siendo el destinatario del segundo email el propio autor, Todd McEwen (California, 1953), una de las personas más afables y dispuestas que nos hemos encontrado en lo que llevamos de aventura editorial.
4. ¿Nos sigue dirigiendo la palabra Enrique Maldonado, el flamante traductor, tras habérselas hecho pasar tan alegres con semejante narración bizarra?
¡Claro que sí! Cualquier reto es poco para él. Menudo es.
5. ¿Que por qué recomendamos «Boston: Sonata Para Violín Sin Cuerdas«?
Porque un cruce entre «La Conjura de los Necios» y «Walden» resulta más alucinante aún de lo que podría anticiparse; porque, en palabras de Kiko Amat, «se van a MORIR DE LA PUTA RISA«; porque es brillante, desternillante y dolorosamente lúcida; porque William Fisher, el antihéroe de esta epopeya moderna, hace y dice todo, TODO, lo que es políticamente incorrecto, desde prender fuego a un libro en una biblioteca a organizar una revolución de mendigos con catastróficas consecuencias, además de protagonizar una de las huidas más espectaculares de los últimos tiempos. Y todo por un ideal: el minimalismo vital, deshacerse de todo aquello que no necesitamos, aunque la publicidad, el capitalismo, etc., nos hayan hecho creer que sí. [Lucía Barahona]