¿Cuáles son los planes más locos para estas Navidades? Recopilamos un Top 5 de planazos sacados de películas como «Gremlins» o «La Aventura del Poseidón».
[dropcap]S[/dropcap]i no puedes luchar contra el enemigo, únete a él… Eso dicen las abuelas, ¿no? Así que vamos allá: ¡Basta ya de protestar cuando vemos las calles de nuestras ciudades engalanadas con las luces navideñas a principios de noviembre! ¡Se acabó eso de quejarnos de que desde las grandes superficies no paran de vendernos que compremos todos los regalos de Navidad cuanto antes mejor! ¡Al garete con eso de putearse porque hay que empezar a pensar ya en el modelazo de Fin de Año! Protestar es fácil, pero ya cansa. Demasiado. Así que, este año, en Fantastic Plastic Mag hemos decidido abrazar las Navidades desde el mes de noviembre bajo el lema de «Hurry Christmas!«.
¿Y qué mejor forma de adelantar estas fechas señaladísimas que buscar a la de ya los mejores planes para disfrutar durante las ya no tan lejanas vacaciones? Nadie duda, en ese caso, que el cine siempre ha sido y siempre será uno de los mejores medios de «buscar inspiración» en casos como este… Así que hemos querido recopilar nuestros planes de cine preferidos para Navidad: todos locos, todos irrepetibles, todos pensados para dejar una huella que recuerdes el resto de tu vida. ¿Con cuál de ellos te quedas?
[dropcap]5.[/dropcap] BUSCAR EL BESO PERFECTO PARA EMPEZAR EL AÑO. Puede que esto sea una tradición más yanki que española: aquí, en vez de obsesionarnos con tener cerca a nuestro hombre / mujer ideal para pegarle un morreo durante el cambio de año y sellar de esta forma un amor que ha de durar como mínimo otros doce meses, más bien procuramos tener a toda la familia bien cerquita para ver cómo nos atragantamos todos con las uvas y luego dar una buena ronda de besos y abrazos. Pero, oye, cada uno es libre de adoptar las tradiciones que le dé la gana, y hacer como en «Buscando un Beso a Medianoche» de Alex Holdrige no es un mal plan de fin de año. Bueno, ni de fin de año ni de nunca: buscar a tu pareja ideal es algo que tendrías que hacer durante todo el 2015, gañán. (En el caso de que no la tengas, claro.)
[divider][dropcap]4.[/dropcap] HACER EL GREMLIN. A ver, esto de hacer el Gremlin es una práctica extendidísima en Navidad. No necesitamos recuperar el «Gremlins» original de Joe Dante para tomar notas de cómo convertirse en un ser de tono verdoso y vicioso destinado a liarla parda de forma anárquica y caótica. Repito: eso ya lo hacemos todos, desde el tío-abuelo que se pilla un pedo brutal durante la cena de Nochebuena y acaba bailando sobre la mesa enseñando los pelos de la rabadilla con la corbata en la frente hasta aquellos que no sabemos decir «no» en Nochevieja y acabamos encadenando fiestas y afters y re-afters y afters-del-after y lo que sea hasta que casi llegamos al día 2 de enero. Pero, oye, ¿qué le vamos a hacer si hemos crecido asimilando las enseñanzas de esta peli en nuestra infancia?
[/nextpage][nextpage title=»Top 3 Locuras» ][dropcap]3.[/dropcap] IRSE DE CRUCERO. Hace unos días, en Fantastic Plastic Mag os recomendábamos que pasárais de absolutamente todo en estas vacaciones y que, en vez de quedarte con la familia viendo como va bajando el monto de tu cuenta corriente, te piraras por ahí de viaje. En nuestro Top 5 de vacaciones de invierno había, claro está, un crucero maravilloso por el que podrías apostar como si no hubiera un mañana. Ahora bien, ve con cuidado, porque si algo aprendimos a base de ver «La Aventura del Poseidón» de Ronald Naeme en repeat continuo cada año en nuestras televisiones fue precisamente que celebrar Fin de Año encerrado en un crucero puede salirte rana si resulta que ese barco decide irse a pique. Bueno, también es cierto que, depende del nivel de intoxicación de tu sangre, a lo mejor te piensas que lo ves todo doblado porque vas fatal y no porque te estás hundiendo.
[divider][dropcap]2.[/dropcap] DESENMASCARAR AL VERDADERO SANTA CLAUS. Puede que, a día de hoy, todos los planes de Navidad que se nos ocurran incluyan una amplia cantidad de bebercio y comilona y quedarse despierto hasta las tantas para ver si podemos seguir disfrutando de más bebercio todavía y de algo de comilona after-hours. Pero hubo un tiempo en el que quedarnos despiertos en Navidad tenía otro significado muy diferente: sabíamos que teníamos que dormirnos porque, si no, Santa Claus no vendría a dejarnos los regalos… Así que algunos optábamos por quedarnos despiertos hasta altas horas de la madrugada para ver si cazábamos a Santa y así cerciorarnos si realmente era un osazo tipo silver daddy como nos habían enseñado en los anuncios de la Coca-Cola. Nunca imaginamos, sin embargo, que el verdadero Santa Claus podía ser un tipo tan chungo como el de «Rare Exports» de Jalmari Helander.
[divider][dropcap]1.[/dropcap] QUEDARSE TÓ LOCOS CON LA FAMILIA. ¿Existe un plan más loco posible que el que hacemos todos en estas fechas tan señaladas? Es decir: las reuniones familiares ya son, por definición, el plan más loco, sádico, frustrante, impactante y jodido que se te pueda pasar por la cabeza. Este tipo de cenas con familiares que no ves desde hace meses son un caldo de cultivo ideal para las tensiones y para que viejas rencillas salgan a la superficie impulsadas por el alcohol y por esa necesidad de estar feliz todo el rato que viene a recordarte más bien que si no estás feliz es por culpa de esa gente que tienes alrededor. Y si hay alguna película que haya mostrado todo esto de manera más pluscuamperfecta, esa es sin lugar a dudas «Un Cuento de Navidad» de Arnaud Desplechin. Si eres capaz de ver esta película sin sentirte continuamente identificado con el protagonista, debe ser porque eres huérfano, tío. Lo siento.
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