Hace meses que os lo venimos advirtiendo: el Eufònic es un festival como ningún otro que hayáis visto o vivido. Quedó bastante claro con la respuesta de su director, Vicent Fibla, ante aquella pregunta que alumbró uno de nuestros artículos más interesantes del verano: ¿estamos de vuelta de los festivales musicales? En aquel diálogo improvisado, la parte de Fibla dejaba bien claro que su apuesta era a favor de un festival que realmente ofreciera algo nuevo a sus visitantes, algo desafiante, algo vibrante, algo estimulante. Y el resultado ha sido este Eufònic 2014 que viviremos durante los próximos días en las Terres de l’Ebre, específicamente desde hoy 4 de septiembre hasta el próximo día 7.
La programación musical es el gancho más evidente, eso está clarísimo (y así lo han evidenciado siempre nuestras noticias al respecto de la programación del Eufònic 2014, que puedes leer aquí y aquí). bRUNA, Alizzz, Maria Coma, Chelis, Guille Milkyway, The Suicide of Western Culture, Bradien + Eduard Escoffet, Tiger Menja Zebra, Xtrngr, Wesphere… Está cantado que sus conciertos van a conducirnos hasta cotas de desparrame muy elevadas. Pero que sean elevadas no significa que no las hayamos vivido previamente, así que en el caso del Eufònic 2014 hemos querido centrarnos en las experiencias que sólo podremos vivir en las Terres de l’Ebre durante estos días, en todo un conjunto de experiencias que ningún otro festival ofrece porque, básicamente, ningún otro festival tiene los huevos tan bien puestos como este. Hemos dicho.
[dropcap]1.[/dropcap] LLORENÇ BARBER Y ROSSEND AYMÍ. Llorenç Barber es un compositor, instrumentista, musicólogo, campanólogo y artista sonoro reconocido internacionalmente. Rossend Aymí es compositor, organista y ex-profesor del Conservatorio de Tortosa. Por separado son canelita fina, pero juntos son la bomba nuclear de este Eufònic 2014. Entre los dos han creado al alimón una sinfonía para ser tocada a la vez con las campanas de la basílica-catedral de Santa Maria de Tortosa (feudo de Barber) i los de la iglesia archipestral de la Assumpció de Vinaròs (de la que se hará cargo Aymí). Estas dos ciudades, situadas a 50 kms de distancia, son las puntas del eje que cruza el sur de las Terres de l’Ebre… Y aunque esta es una acción inabarcable que no se podrá disfrutar de forma humana, mejor preparamos el cuerpo porque su disfrute nos vendrá a posteriori. ¿Cuándo? Cuando el Eufònic quiera. Pero es que nosotros tenemos plena confianza en este festival.
[dropcap]2.[/dropcap] MARTÍ RUIDS I VICENT MATAMOROS: GLISSANDI TUBULARS ONEJANTS. El currículum de Martí Ruids es como una sonora colleja en la frente: investigador sonoro, responsable de aquella orquesta de ovejas que nos dejó ojipláticos en el Eufònic 2012, miembro del Laboratori D’Art Sonor, de la banda Híbrida Nen i Cavall y del Taller de Escultura Sonora Baschet, creador de instrumentos imposibles, activista inmune al desaliento, discípulo de artistas sonoros japones y colaborador innato de todo el que se le ponga al lado… Ese es Martí Ruids, y de cara al Eufònic 2014 ha decidido unir fuerzas con Vicent Matamoros para dejarnos sin habla gracias a «Glissandi Tubulars Onejants«: una bendita locura en la que los artistas han instalado todo un conjunto de campanas tubulares en una mejillonera, dejando que sea la decisión arbitraria de las mareas la que componga una ristra de maravillosas melodías imposibles.