Marco Ascione escoge a Álvaro Colina, aka «el Linux». Si juntas un grupo de guapos que se lo tienen súper creído y cazan sin piedad a su presa, un grupo de nerds que probablemente no hayan follado nunca y que, al igual que los simpáticos –sinónimo de feos, no nos engañemos–, van empalmados todo el día con la esperanza de meterla en un sitio que no sea su propia mano, y un grupo de únicos que son raretes con las mismas ganas de sexo que los demás, es evidente que amor, amor lo que se dice amor, no veremos. Más bien seremos testigos de intentos frustrados y no tan frustrados de desahogar el miembro. A todo esto hay que sumar una marica mala que siempre ha debido de ser el blanco de matones escolares y que por primera vez se ve con poder, y una hermana mayor que lo que en el fondo quiere es catar a todos los pretendientes de su hermana… Lo dicho: hormonas revolucionadas por doquier.
Con este panorama, elegir a un único pretendiente ha sido difícil, muy difícil. Sin embargo, hay uno que me tiene el corazón robado por varias razones. No es otro que el inigualable… ¡Álvaro Colina! ¿No sabes quién es? Normal. Pero si te digo que es el príncipe de los nerds especializado en Historia, programación informática y rap, seguro que le pones cara porque a alguien así no se le olvida. A primera vista, puedes creer que estás ante un simple friki más, un amante de los ordenadores y de las películas porno -esto último en secreto, evidentemente- pero que, con sólo abrir la boca, consigue que toda una oleada de sabiduría te golpee en el estómago. Linux, como le llamamos en la redacción debido al amor que Aba siente hacía el sistema operativo en cuestión, es un sabio que se atreve con todo: desde jugar con las estructuras de la tradición clásica española de los refranes -inolvidable esa actualización a nuestros tiempos modernos de “el saber no ocupa lugar” por su punzante “el saber no ocupa gigas”-, hasta aleccionarnos con clases magistrales de la historia mundial con temas tan peliagudos como el papel de la mujer y su estrecha relación con las tareas del hogar desde la Prehistoria hasta nuestros días o la bisexualidad que, según el célebre Linux, se empezó a desarrollar en la Edad Griega. Por si todo esto fuera poco, un halo de veracidad en forma de banda sonora de «Braveheart» de fondo rodea todas sus intervenciones. Pero no creas que es todo cultura y delicadeza con este hombre: cuando las cosas se ponen feas, no duda en destrozarte y hundirte públicamente con una de sus afiladas y directas rimas al nivel del rap genius Tito MC. Olvídate de negratas, latin kings e historias: Linux es nuevo rey de la calle.