David Martínez de la Haza escoge a YONG -LI, aka «el Chino Vasco». ¿Cómo no ser fan de Yong Li, ese muchacho a quien no le gusta el cine porno pero que lo ve «por necesidad”? Recapitulemos. El tipo se ha pasado medio programa llamando «Corintia«a Corina (se la suda todo, parte 1), llega a la habitación y cuelga un mega-póster de la diosa Sasha Grey desatendiendo los consejos de sus coleguitas “Únicos” (se la suda todo, parte 2) y para colmo se presenta a si mismo como “Yo soy el chino… ¡El mejor, de hecho!… Y ya está” (se la suda todísimo, parte 3). Punto. Punto final. Maquinote. Epic win.
Nuestro Yong Li se ha descubierto además como un gran manejador del tempo y la palabra. “¡Tú eres una auténtica princesa, esta otra es una guarra!”, le dice a Corina cuando ésta descubre el póster de Sasha para, dos capítulos más tarde, revelar ante la cámara que “está claro lo que es una princesa” mientras despliega descojonándose el infame póster del la actriz. Y no tiene reparos en disfrazar discretamente sus gustos para contentar a su conquista cuando esta confiesa que le encantan el bosque y los animales (“He mentido: dije que me gusta la naturaleza, pero yo soy de ciudad. Me gusta el aire contaminado… El aire fresco huele a mierda”).
¿Necesitas más argumentos para adorarle? Venga, ¿qué te parece el bagaje cinéfilo que demuestra cuando se refiere al amigo / consejero de Corina como “gordo cabrón” (momento «Austin Powers 2«) y “gordi” (momento Goonies)? Fans, ¿no? Pero es que, además, Yong Li es la versión patria, por así decirlo, de Ryan Gosling. Efectivamente, este prohombre no sólo es un castigador cuando hay que serlo, sino que también es un muchacho sensible que se emociona sinceramente cuando los consejeros expulsan a su compañero Iván («Ken» para los que seguimos el show), si bien más tarde confesaría, acaso para mantener inmaculada su honesta coraza de tipo duro, que lloraba porque le había entrado arena en los ojos.
Señores, esto es televisión. Divertidísimo, brillantemente editado y guionizado a la perfección, “Un príncipe para Corina” es el cream of the crop de esta nueva generación de realities. Y Yong Li es la guinda. O más bien la guindilla en este pastel. Esperamos con anhelo, eso sí, una edición Redux en DVD del programa, en la que estén eliminados todos los censor beeps que suenan cuando nuestro chino vasco predilecto se dirige a cámara.