Puede que The Montgolfier Brothers sean una especie de predecesor extraño de Micah P. Hinson… Nada que ver cuando se pone la música en la picota, pero lo cierto es que el fenómeno presenta evidentes similitudes: fuera de nuestras fronteras triunfan (eso no lo niega nadie), pero dentro de nuestras fronteras triunfan veinte veces más. Son de esos escasos grupos extranjeros que parecemos comprender mejor en nuestras tierras que en su campo de juego… Eso sí, el caso de The Montgolfier Brothers deberíamos mencionarlo en un pasado idealizado, cuando marcaron a fuego a toda una generación de melancólicos de nacimiento con tres discarrales tan sublimes como «Seventeen Stars» (Poptones, 2000), «World is Flat» (Poptones, 2002) y «All My Bad Thoughts» (Vespertine, 2005). Todos ellos supuraban una nostalgia preñada de mucha nocturnidad y poca alevosía: más bien inactividad beoda y llorosa pero siempre, siempre masculina. Algo así como el reverso nada bravucón y mucho más atmosférico de Arab Strap. Y, particularmente, si preguntas a cualquier fan está clarísimo que un alto porcentaje escogerá «All My Bad Thoughts» como especialmente significativo. Por eso no extraña que este sea el disco que han elegido Mark Tranmer y Roger Quigley para volver a los escenarios interpretándolo de cabo a rabo: The Montgolfier Brothers actúan hoy 10 de abril en Granada (Sala Planta Baja), el 11 en Sevilla (Sala Cero Teatro), el 12 en Huesca (Centro Cultural Matadero), el 13 en la leonesa Cerezales del Condado (Plaza Principal), el 14 en Vigo (Museo de Arte Contemporáneo) y el 15 en Madrid (Sala El Juglar). Esto no es revival, señores y señoras: es pura memoria.