Cada cierto tiempo, el mapa que sitúa geográficamente el circuito alternativo musical patrio se expande más allá de las coordenadas que unen Madrid con Barcelona y viceversa. En ese ciclo suele tomar el mando una comunidad autónoma que acerca el extrarradio a ese centro neurálgico al reunir en un único espacio y tiempo diversos artistas y grupos que comparten el mismo tronco generacional. Desde hace unos años, el turno pasó a Murcia, que por arte de birlibirloque se convirtió en cuna de propuestas variadas que van, entre otros nombres, desde Second (y sus canciones radiables) a Klaus & Kinski (y su sabrosa ensalada pop), pasando por Alondra Bentley (otra pieza de ese nuevo folk femenino español tan en boga últimamente) y The Yellow Melodies (los más veteranos del elenco). Falta meter en el saco algún ejemplo de banda pensada para la fiesta (que en Murcia hay mucha y buena) a base de electro-pop-rock, como Varry Brava o la que nos ocupa, The Leadings. Sin embargo, lo peor de arrastrar esa etiqueta es que se tiene poco margen para darle la vuelta y evitar comentarios del tipo “no son más que unos chavales que se juntaron para llevarse al catre a las niñas después de cada concierto”… A no ser que se tenga el talento y las pelotas para dar el salto que practicaron, sin ir más lejos, Delorean. Pero, amigos, esas son palabras mayores. Aunque no vamos a ser crueles, y no recurriremos a esa frase tan manida para hablar de este cuarteto murciano (Juan Torrano: voz y guitarras; Paco Ganga: sintetizador, programaciones y bajo; Sergio Moreno: batería y bases; y Raúl Selles: videojockey). Basta con que digamos que estos chicos encajarían de maravilla en la colección sonora de todos aquellos fieles de discotecas indies que no pretenden más que bailar y pasárselo bien (mientras enseñan al respetable su último modelito o su nuevo peinado retro-moderno) sin pensar en nada más, como deben de hacer los propios The Leadings, si atendemos a la retahíla de djs y clubes que aparecen en los agradecimientos de su debut, “Don’t Stop Till You Get Enough!!” (Tsunami Music, 2010).
Mientras ese sea su objetivo, nada que reprochar. Otra cosa es que se propongan ir más allá. Según sus palabras, sólo desean “hacer de cada canción un single rompepistas, de cada letra un mensaje en cada uno de sus temas, y de cada concierto una autentica fiesta”. Lo primero, aún queda lejos; lo tercero, visto lo sucedido en la edición de este año del festival SOS 4.8, se acerca más a la realidad; y lo segundo, ni por asomo. Porque no está al alcance de cualquiera conjugar una melodía que disloque cada hueso del cuerpo con una lírica que realmente transmita profundidad y no sonroje: no hay más que fijarse en “Fucking VJ”, su estribillo ridículo y un “come on” repetido que podría sacarse de cualquier maquinita de juguete comprada en un bazar chino. Los clichés sobre el mundo de la noche se repiten a lo largo del disco: juventud, hedonismo y encuentros físico-amorosos (lo que se cuenta en “Stop”, “Tonight”, “Friday” o “Out Of Control”). Ante tanto jolgorio, si la resaca es dura, The Leadings buscan calmarla con “Let Me Try” y “Not Typical”, pero demuestran que Cut Copy les queda a miles de galaxias de distancia. La que se salva por los pelos de la quema es “Revolution”, porque tras escucharla cual martillo pilón en varias sesiones nocturnas de sábado se queda pegada al cerebro (a pesar de esos “¡huh!” cargantes)… hasta que el fin de semana se acaba, llega el lunes y se olvida por completo. El corte elegido para cerrar este LP, “Nothing More To Say”, sirve para afirmar que sí, que mejor no decir nada más. “Don’t Stop Till You Get Enough!!” se mueve en una planicie desértica 4×4 ideal para pinchar a los platos, pero para poco más. Se agradece el ánimo que intenta transmitir el título (tan jacksoniano), pero ni siquiera la doble exclamación insertada en él ayuda a que el disco levante el vuelo.