A estas alturas, ya no nos cabe ninguna duda de que Mediaset ha dado con la piedra filosofal de los realities. Y mientras Telecinco naufraga entre Grandes Hermanos y Campamentos de Verano que no importan a nadie (y que, mucho peor, imbecilizan a la audiencia y la tratan como si fuera una masa de retrasados), Cuatro sigue triunfando y perfeccionando sus programas casamenteros. Con la tercera temporada de «¿Quién Quiere Casarse Con Mi Hijo?» ya en la parrillam ahora mismo nos preguntamos si «Un Príncipe para Corina» hacía falta. Fue divertido, sí, pero quizá un poco de síndrome de abstinencia no nos hubiera venido mal. Aún así, esperábamos el inicio de la tercera temporada de «QQCCMH» como agua de mayo, con los dedos preparados para teclear en las redes sociales y la cabeza centrada para quedarnos con todo lo que apuntaba la nueva temporada.
Lo reconocemos: cuando se presentaron los candidatos, tuvimos dudas. Los vimos sosos, como petardos mojados. Entendednos: las dos temporadas previas fueron demasiado grandes como para superarlas… Pero, si hay algo que nos han demostrado los responsables del reality, es que saben lo que se llevan entre manos y durante el primer programa de esta temporada vimos como la locura Lovecraftiana de los candidatos y sus madres se iba abriendo poco a poco ante nosotros como flores en primavera. Más tarde confirmamos, gracias al plantel de pretendientas y pretendientes -a cada cual más loco, más limítrofe, más pasado de rosca-, que la cosa prometía muchísimo. Hubo telenovelas improvisadas, bailes de cortejo, arias operísticas, referencias a Nietzsche y a Parisjilton (un total de seis veces en seis pretendientes distintos… fuerte), diálogos surrealistas, filetazos, celos (si, a estas alturas… Se nota que aquí no estamos para perder el tiempo) y lo que es mejor: la promesa de muchísima más locura en próximas entregas. El frenopático de «American Horror Story» va a ser «La Casa de la Pradera» al lado de esto. Os dejamos con los highlights del primer programa, candidato a candidato, para justificar por qué la tercera temporada de «QQCCMH» será, si cabe, mejor que las otras. Veredicto: totalmente A FAVOR.
LEO Y SILVIA. Los cracks de la Pampa
- Las redes sociales y nosotros ardimos toda la noche en dudas: ¿la madre de Leo es la hermana gemela de Bárbara Rey, la madre de Topazio Fresh o Topazio Fresh herself? En el avance de la semana que viene vimos que salía Topazio Fresh, así que descartada… Pero, ¿y las otras? ¿EH?
- Volvimos a ver el culo de Leo. E intuimos que no será la última vez. Pero, oye, BIEN. Nos gusta el culo de Leo.
- Con semejante gallinero y tanta zorrona suelta, el argentino va a estar la mar de entretenido. Él olerá a almeja cocida todo el día, pero nosotros olemos a pelea de gatas todo el rato.
- Flechazo con la skater que se creía que estaba en «Mujeres y Hombres y Viceversa» («estoy muy contenta de que seas mi tronista«) y que se confiesa muy viajada: tiene 18 años pero se siente como si tuviera 20 (¿cómo debe de ser eso de sentirse tan vieja siendo tan joven?), y nos cuenta que en Gran Bretaña y en Estados Unidos la gente bebe té todo el rato. En EEUU, eso sí, lo toman sin leche, evidentemente. A Leo le encanta esta «mina», pero nosotros la vemos más con Caín de «Un Príncipe para Corina«, porque entre los dos hacen medio cerebro y podrán tener sus momentos de mirarse y pensar en la Nada.
- Nuestra favorita es Leti. Queremos que se quede hasta la final. Queremos que Leti sea famosa. Adoramos a Leti porque, mientras el resto de zorrupias estaban con el chocho rizado, mientras Leo se estaba dando ya el filetazo con una de ellas, ella ponía calma en plan zen ketaminoso y decía «no pasa nada, si nos tiene que probar a todas. Yo es que soy muy libertina«.
- Más cosas de Leti: todavía nos hacemos cruces porque dice que es de Barcelona, se dedica a la moda ¡y nosotros no la conocemos¡ ¿Dónde estabas, Leti? Vemos a Leti con un puesto en el mercadillo de segunda mano del Piknic Elektronic y haciendo talleres de reciclaje de ropa para los niños. Leti, te queremos. Eso sí, cariño: si te presentas en un sitio con unas gafas de sol y no quieres quitártelas, la gente no va a pensar que eres misteriosa: va a pensar que eres tuerta.
- ¿Alguien se acuerda de la cara de la que se dio el primer filetazo argentino? Esta chica necesita bien de chimichurri, porque menuda sosa. Bastante mal tuvo que hacerlo. Queremos filetazos con Leti all day long. Y eso es así.
VEREDICTO: Pensábamos que cada vez que salieran los argentinos bajaría la audiencia, pero Leo y Silvia han resultado ser un tándem divertido y muy loco (¿qué había en ese bote, mate o MDMA? Por cierto, el mate es la prueba del algodón: cualquier española que diga que le gusta el mate MIENTE. Los españoles no tenemos ese gen). Esperamos que Leo eche ya a la sevillana psicópata e intuimos que al final se quedará con la skater de una neurona. La dejará seca a base de polvos y adiós muy buenas.