OCEAN CALL, de Sealskin. Las selkies son esas mujeres de la mitología de los mares del norte que a veces abandonan el océano en el que viven, dejan su piel de foca entre las rocas de la playa y habitan durante un tiempo entre los humanos. La rusa afincada en Barcelona Sealskin escogió su nombre en honor a esas selkies que siguen estando omnipresentes en «Ocean Call«, una balada submarina que bascula entre las profundidades oscuras del Tri Angle más accesible y un trip-hop noventero que suena más rejuvenecido que nunca. Mucho ojito con esta Sealskin, porque no tiene pinta de querer volver al mar.
OPEN THE DOOR (feat. DJ Papis), de Bad Gyal x Govana. La ruta natural: después de labrarse una carrera en el dancehall (porque, mirad, es que esto hay que repetirlo más: esta niña hace dancehall y no trap), Bad Gyal por fin colabora con un artista jamaicano en su nuevo temazo «Open The Door«. Govana entra aquí al trapo para convertir esta canción en una maravilla bien calentorra de ritmos gozones con los que bailar y bailar y bailar un poquito más una vez superes el shock inicial de lo del «se nos rompió el condón» en el estribillo.
PARTY FOR ONE, de Carly Rae Jepsen. Algún día, el mundo entero le rendirá a Carly Rae Jepsen la pleitesía que merece… Por ahora, sin embargo, nos tenemos que quedar con que la niña nos regale temazos como este «Party for One» que es un canto de amor a eso de dedicarse un ratito a uno mismo. Al me time como si no hubiera un mañana. Y también a la masturbación. Obvio. Si no nos crees, mira el videoclip dirigido por Bardia Zeinali.
PLAY DESTROY (feat. Grimes), de Poppy. Ya está, aquí tenemos la dosis habitual de la Grimes menos complaciente. «Play Destroy» es su colaboración con Poppy de cara a «Am I A Girl?«, el nuevo disco de esta última. Es este un tema esquizoide que transita de las guitarras de hard-rock al estribillo de pop cristalino y te deja con el culo torcido porque, la verdad, a ver si alguien es capaz de decir que esto es un temazo. O que no lo es. Quién sabe.
THANK U, NEXT, de Ariana Grande. Puede que el último disco de Ariana Grande hasta la fecha no haya conseguido superar las excelencias de su anterior álbum… Pero ¿qué más da cuando la niña sigue petándolo día sí y día también con movimientos como este «Thank U, Next» que no aparece en su último trabajo pero que es la herramienta (de voz distorsionadísima) con la que la Grande exorciza los demonios de sus relaciones de pareja con Pete Davidson y el fallecido Mac Miller?