Aquí te hablamos de 5 programas de reality TV para gozar en maratón que, si todavía no eres fan del formato, harán que te enamores de la telerrealidad.
Todos vemos telerrealidad… y no vamos a mentir al respecto. No tiene sentido. Por mucho que creamos estar por encima de esas cosas, seguro que algún «Callejeros Viajeros» has visto. Alguna mañana tonta has encendido la televisión y has visto un poco de “Property Brothers”, que a España solo llega en Divinity pero que es la punta de iceberg de su emporio mediático. Algún “21 días” de los de cuando no estaba ya Samatha o un “Equipo de Investigación” sobre el precio del pan. Un “CatFish“ de MTV. Un lipsync de RuPaul que te pasaron por YouTube.
Aunque parezca mentira, todos esos programas pueden englobarse en telerrealidad, reality TV. Aunque tengamos una noción muy sesgada de que «Gran Hermano» y «Sálvame» son el pináculo de la televisión de no-ficción, existen producciones interesantes que pueden hacer que te pique el gusanillo por este formato, muchas veces a caballo entre la ficción y el documental. ¿Y lo mejor de todo? Siempre a tu alcance gracias al streaming. Ya no tienes que depender de la dictadura de la televisión en vivo.
Pero no vamos a negar que hay mucha morralla, así que aquí te recomendamos cinco series (todas ellas disponibles en Netflix) que te sirvan como introducción y, por supuesto, evaluamos sus posibilidades de maratón y la concentración necesaria para verlos. Al fin y al cabo, son los documentales de La 2 de nuestra generación, con los que no importa que cierres un poco los ojos mientras los ves o que te saltes algunos momentos que simplemente no te interesen. La televisión de no ficción tiene la belleza de no pedirte nada y, a cambio, proporcionarte horas de diversión. [TEXTO: Cristina Allende]
Dark Tourist
No es exactamente un reality al uso, sino una especie de miniserie documental que se inspira más en los videoblogs que en Agnès Varda. El presentador de «Dark Tourist«, David Farrier, viaja a los destinos más “oscuros” del mundo: la zona radioactiva de Chernobyl, las trincheras de la II Guerra Mundial, a ver las momias del sudeste asiático e incluso asiste a los juegos tradicionales del opaco estado de Turkmenistán.
Es entretenido, informativo y educativo, para toda la familia. Enseña lugares que no sabías ni que existían. Y su formato de telerrealidad, aunque de capítulos largos, se presta a ser dividido o saltarse trozos que no emocionan.
CONCENTRACIÓN NECESARIA: 7/10. El tipo no pasa mucho tiempo en cada localización y es fácil perderse.
POSIBILIDAD DE MARATÓN: 7/10. Puedes ventilarte la serie en dos días y estar obsesionad@ con los campos de entrenamiento soviéticos las próximas dos semanas.
Instant Hotel
Una especia de “Ven a Cenar Conmigo” aplicado a los apartamentos. Los concursantes de este programa australiano (rescatado por Netflix para una segunda temporada) tienen que decidir cuál es el mejor Airbnb Instant Hotel de los participantes. La mecánica es simple: en cada programa se quedan en el apartamento vacacional de una de las parejas participantes y los demás puntúan la experiencia según cuatro criterios (decoración, localización, precio y comodidad de las camas).
Además de ver casas y paisajes fascinantes, los concursantes de «Instant Hotel» están muy bien escogidos y el programa en sí tiene un aura de buen rollo que te va a poner de buen humor, muy distinto del malrrollismo al que los editores de la telerrealidad de Mediaset nos tienen acostumbrados. Sí que hay drama, villanos, héroes y redenciones, pero sobre todo te deja con un buen sabor de boca.
CONCENTRACIÓN NECESARIA: 4/10. La mitad del tiempo están repitiendo lo que ya han dicho.
POSIBILIDAD DE MARATÓN: 5/10. Si ves un capítulo diario, vas a encariñarte mucho más con los participantes y disfrutarlo más que acabándotelo en una tarde.
Tengo Tres Esposas
Está listado como documental, no como reality, pero no vamos a engañarnos: «Tengo Tres Esposas» juega un poco con el morbo, enseña un estilo de vida “alternativo” y es bastante poco informativo. De nuevo, es una mirada a una comunidad muy ajena a nosotros: unos mormones en Utah que luchan por que sus matrimonios sean reconocidos. Sigue a distintas familias de una comunidad mormona en un paraje natural increíble, sus cientos de hijos y sus costumbres polígamas.
Lo bueno y lo malo esta telerrealidad son dos caras de la misma moneda: para tener un acceso tan privilegiado a una comunidad tan cerrada, se nota que los documentalistas han pintado un poco de rosa la vida de esta gente, además de ignorar algunas cuestiones como quién está pagando por todos esos críos o cómo acaban mujeres “normales” allí.
Mención especial al título en inglés: «Three Wives, One Husband«. No voy a decir que recuerda al título de un vídeo que trae flashbacks de guerra de nuestra adolescencia, pero cada cual es libre de pensar lo que quiera.
CONCENTRACIÓN NECESARIA: 2/10. La necesaria para distinguir quién es quién cuando todos son rubios, rechonchos y con sonrisas nerviosas.
POSIBILIDAD DE MARATÓN: 10/10. Son solo tres capítulos de una hora, ideal para ventilártelos una tarde tonta comiendo helado.
Nailed It! & Nailed It! México
Probablemente ya conozcas «Nailed It!» de sobras. Y, si no, ya puedes ir viéndola. La presentadora, Nicole Byer, además de ser una de las personas más divertidas de la Tierra, está nominada a un Emmy como mejor presentadora este año, enfrentándose a la hegemonía de RuPaul.
La premisa de la serie es sencilla: tres cocineros aficionados tienen que recrear los postres que se les presentan, que son engañosamente fáciles, como una tarta de unicornio o galletas decoradas como perritos. Los resultados son, normalmente, desastrosos.
Si ya has visto «Nailed It!», tal vez te interese «Nailed It! México«. El formato de telerrealidad es el mismo, y el presentador, Omar Chaparro (además de ser secundario en «Detective Pikachu«), es un buen sustituto de Byers. Por otro lado, no sé si por algo cultural, los concursantes están mucho más tranquilos que los americanos, por lo que sus fallos en la cocina son diez veces más graciosos.
CONCENTRACIÓN NECESARIA: 5/10. El resultado final siempre va a ser divertido, pero la magia suele suceder durante la prueba, como sustituir leche por agua o levadura por chocolate.
POSIBILIDAD DE MARATÓN: 10/10. Puedes acabártela en un día, aunque entonces no te quedaría más. 🙁
Terrace House
Un “Gran Hermano” japonés que debería convalidar un semestre de Estudios Orientales. Mientras que nosotros asociamos “Gran Hermano” con gritos, personajes frikis y vulgaridad, «Terrace House» es tranquilidad, sosiego y convivencia. Seis jóvenes, tres chicos y tres chicas, son enviados a vivir a Terrace House en Tokio. No hay pruebas, no hay objetivos, como mucho hay algunos líos de faldas entendibles entre veinteañeros, pero todo siempre muy sentidos y muy respetuosos. Los jóvenes continúan con sus vidas normales, sus trabajos y sus amigos, simplemente son filmados mientras realizan todas sus actividades.
Por otro lado, la producción es muy cuidada y estética, casi como una película. He llegado a contar tres cámaras móviles, que supongo que llevarán sus operarios, regidores y sonidistas. No creo entonces que el programa sea muy espontáneo, pero sí que es como una ventanita a un mundo que no se parece en nada a las series japonesas que normalmente llegan a Occidente. Cosas como las reacciones de los personajes, sus lógicas internas o el panel de expertos que interviene a mitad de programa (para comentarlo, nada más), son típicas de la no-ficción japonesa y es algo que aquí no suele llegar.
CONCENTRACIÓN NECESARIA: 6/10. Hay que leer subtítulos, pero poco más.
POSIBILIDAD DE MARATÓN: 5/10. Como telerrealidad es bastante lenta, la verdad. Puedes ver varios capítulos seguidos, pero un poco como quien se pone el tour de Francia para la siesta.