Resulta curioso que, cuando Junip empezó a recibir sus primeras atenciones después de que José González alcanzara la fama (indie) con un buen puñado de hits, parecía que el mayor esfuerzo del artista consistía en alejar este proyecto entre amigos de su otro proyecto en solitario. Lo hicieron por la vía de la diferencia musical: Junip ostentaba una amplia influencia kraut y cósmica que abría los espacio cerrados e íntimos de González. Pero, desde entonces, no habían habido nuevos movimientos ni de uno ni de otros… Así que sorprende toparse ahora con que el primer tema del que será el nuevo álbum de Junip ha perdido todo aquello que los hacía diferentes para sonar, directamente, a José González arropado por múltiples instrumentos y una producción más ampulosa que incluso se permite el lujo de incorporar cuerdas clásicas. ¿Es esto una propuesta contra «Line of Fire«? ¡Dios nos guarde! El tema es una absoluta preciosidad, provista de una mirada limpia y cristalina que hacía tiempo que no escuchábamos ni en González ni en ningún otro grupo. Los nuevos Junip van a ser tremendos.