Drömnu establece una vibrante alianza con beGun para producir «Antarctica», el adelanto del que se prevé uno de los mejores discos del próximo 2015.
Al final todo se reduce a círculos pequeños que yacen dentro de círculos cada vez más grandes. En el caso que nos ocupa, en los últimos tiempos nos hemos centrado en el macro-círculo de la nueva escena electrónica de Barcelona como si no hubiera un mañana, intentando detectar otros círculos más pequeños que engloben propuestas vibrantes y desafiantes… Uno de esos círculos no hace falta detectarlo, porque cada vez es más y más visible (para bien): nos referimos a todo lo que se mueve en torno a los chicos de Lapsus, ya sea en su faceta de Records, Festival o Radio.
Cada una de estas facetas se dedica a dinamizar la escena desde diferentes flancos, pero lo que está claro es que dentro de este círculo están creciendo artistas tan elocuentes como el que nos ocupa: Drömnu despuntó hace un par de temporadas con sus EPs «Watching Darkness» y «Deep in Forests«, que le valieron no sólo una participación de lujo en festivales como el Sónar o el MIRA, sino que incluso le ha llevado a remezclar a los neoyorkinos Heartsrevolution dentro del sello de Skrilllex. Ahora, sin embargo, es el momento de que Drömnu dé el salto de gigante que todos estamos esperando, y lo hará lanzando su debut en largo, que se titulará «Tnank» (Lapsus Records, 2015) y que estará disponible a partir del próximo 13 de enero.
Por ahora, el primer adelanto no podía ser más sorprendente: uniendo fuerzas en la producción con beGun, Drömnu explora en «Antarctica» unos parajes donde prima el blanco invernal pero que calienta el alma como el sol de primera hora en una mañana de verano. beGun está presente en la construcción del tema como un paisaje sonoro en perpetua huida hacia adelante, pero hay que reconocer que lo enloquecedor aquí es ese twist en el que Drömnu convierte ese paisaje en un espectro repleto de luz y de alma negra, algo así como un Flying Lotus haciendo un intercambio de cuerpos con Four Tet. Ya tenemos uno de los mejores discos del 2015 y todavía no hemos llegado ni a diciembre del 2014.