Tras establecer lazos creativos con Arca, ahora Björk también trabaja con Jesse Kanda en un vídeo que es cien por cien impactante, perturbador y valiente.
¿Sabes cuando un amigo tuyo empieza a juntarse mucho con alguien de fuera de vuestro círculo y, de repente, la pareja de tu colega resulta que también se junta con ese mismo alguien, formando un pack indivisible que resulta extraño pero que, al final, tiene bastante sentido? Pues eso está pasando con Björk y sus nuevos amiguis. Todo empezó cuando Arca le produjo a la islandesa algunos de los mejores temazos de su último disco, el maravilloso «Vulnicura» (One Little Indian, 2015). Y ahora el círculo se cierra cuando Jesse Kanda, pareja artística (y pareja en la vida real) de Arca ha dirigido un video para Björk.
La canción elegida ha sido «Mouth Mantra» (que, por cierto, en el directo de la artista, en el que también participa Arca, acaba marcando uno de los dos clímax indudables)… Y el resultado final de la pieza audiovisual de Kanda es realmente impactante. La mayor parte del vídeo vemos el interior de la boca de la propia Björk mientras esta canta «Mouth Mantra«, aunque la imagen se retuerce de una forma psicodélica que recuerda a algunos de los visuales que Jesse ya ha usado en ocasiones en el directo de su partner creativo.
De vez en cuando, la cámara sale de la boca de Björk y nos enseña a la diva con los labios manchados de algo que podría ser carmín… pero que también podría ser sangre. Dicen ambos, artista y director, que este es un clip sobre dejar al descubierto las vulnerabilidades íntimas que normalmente no se enseñan, muy en la línea de la temática general de «Vulnicura» (¿es necesario que volvamos a explicar que es el disco en el que la islandesa vierte toda la tristeza posterior a su ruptura con Matthew Barney?).
En líneas generales, nadie podrá decir que este no es un vídeo impactante que vuelve a reafirmar la sensación de que Jesse Kanda es el único heredero posible al trono audiovisual de Chris Cuningham. Y, en líneas generales, nadie podrá decir que esto no es una puta maravilla. Porque lo es.