Por si habías olvidado que «Reflektor» es un disco gigante, el video de «We Exist» con un Andrew Garfield travestido te refrescará la memoria.
Si, como nosotros, eres seguidor de «SNL«, puede que en el programa en el que el host fue Andrew Garfield te preguntaras: ¿dónde coño ha ido a parar el pelazo de este niño? ¿Por qué carajo se ha rapado? Y, mira tú por dónde, la respuesta nos llega unas semanas después en el videoclip de Arcade Fire para el tema «We Exist«, protagonizado por el mismo chaval que interpreta al último Spider-man en un giro totalmente inesperado. Porque, por si no te has parado a escuchar la letra de «We Exist«, resulta que este tema gira en torno a un chico que le dice a su padre que es gay (aunque nosotros siempre seguiremos prefiriendo aquella frikada de Pet Shop Boys en la que Kylie Minogue hacía de hija que le pedía a su padre, Neil Tennant, que saliera del armario). Para el videoclip de uno de los temas más insignia de «Reflektor» (Merge, 2013), Arcade Fire han preferido optar por la vía del surrealismo poético. Literalmente.
Y es que la pieza se abre con Garfield dando respuesta a la pregunta con la que arranca este post: Andrew se rapó para que quedara constancia eterna en la apertura de este video, cuando además de pasarse la moto también pierde un buen ratazo buscando el modelazo con el que salir a la calle. Y si piensas que con «modelazo» nos referimos a «traje de tres piezas», lo llevas claro: nos referimos a «modelazo transgender», que mola mucho más. Sea como sea, resulta que Garfield travestido se parece alarmantemente a Britney Spears, pero ni eso le salva de que, cuando llega a un bar de paletos, estos acaben dándole una paliza de aquí no te menees. Cuando la sangre debería llegar al río, sin embargo, el clip se transforma en un duelo de bailes entre Andrew y cuatro osazos con tacones que acaban abriéndole una puerta hacia… ¡la actuación de Arcade Fire en Coachella! Y hasta aquí podemos leer. Para disfrutar (muchísimo, como un enano, en serio), lo único que tienes que hacer es darle al play. Una maravilla.