Te presentamos a Squid y Mush, dos nuevas bandas que tienen una cosa en común: son el relevo natural del post-punk de Fat White Family, IDLES y Shame.
¿DE DÓNDE SALEN?
De Londres y Leeds. Estas son las ciudades de procedencia, respectivamente, de Squid (fundados originalmente en Brighton) y Mush, que confirman que el neo-post-punk inglés que se hibrida con el pop y el rock canónicos de manera natural no para de crecer desde la irrupción de bandas como Fat White Family, IDLES, Shame y, saltando a su país vecino, los irlandeses Fontaines D.C. Es tan potente el empuje de esta nueva ola que cada vez hay más motivos para pensar que su fecha de caducidad aún queda muy lejos.
Aunque no sólo de energía pura y dura vive la actual generación guitarrera de las islas, sino también de audacia para dinamitar etiquetas. Este es el caso de Squid, que retuercen los conceptos básicos del punk-rock siguiendo la estela de sus compatriotas black midi pero acercándose al krautrock y al p-funk que geminó durante el primer lustro de los 2000. ¿Les resulta extraña esta mezcla? A los veinteañeros Ollie Judge (voz y batería), Louis Borlase (voz y guitarra), Arthur Leadbetter (teclado), Laurie Nankivell (bajo) y Anton Pearson (guitarra), para nada. De hecho, se atreven a insuflar groove a sus golpes eléctricos inspirándose tanto en Talking Heads como en NEU!
El explosivo cóctel del que beben Mush se compone de, según los propios Dan Hyndman (voz y guitarra), Steve Tyson (guitarra), Mick Grant (bajo) y Phil Porter (batería), Pavement, Sonic Youth, Television, Gang Of Four y, claro, The Fall y Mark E. Smith, tótem al que rinden pleitesía los mencionados grupos post-punk-rock de nueva hornada. A partir de esta inflamable nómina de influencias, Mush destilan una fórmula en la que también se aprecian vibraciones garage, noise y art-rock. Como se puede comprobar, a Mush (al igual que a sus coetáneos) no les da ningún miedo meter toda clase de sonidos en su poderosa batidora.
En 2016, tras pasar por la universidad, Mush iniciaron su fulgurante carrera con el EP “Ex-Communiqué” (autoeditado, 2016). Poco tardarían en poner su nombre en el mapa independiente inglés gracias a “Alternative Facts”, un pepinazo de casi diez minutos de duración dirigido directamente contra Donald Trump y su visión fake de la realidad que funcionó como preludio del EP “Induction Party” (Memphis Industries, 2019). Este trabajo, embadurnado con una capa lo-fi, enseñaría algunas de las cartas ganadoras que Mush desplegaron en su más pulido estreno en largo, “3D Routine” (Memphis Industries, 2020).
Casi como si hubiesen calcado los primeros pasos de Mush, Squid también arrancaron en 2016, una vez superada la etapa universitaria, su trayectoria con “Perfect Teeth”, canción con la que se asentaron como grupo para olvidarse de otros proyectos amateur e incluso de sus incursiones en el circuito del jazz. Su EP de debut, “LINO” (2017), fue la antesala del progresivo ascenso del quinteto, que estallaría definitivamente con la bombástica “Houseplants”, que rezuma dance-punk a lo LCD Soundsystem por todos sus poros e incluye unos versos de marcado peso social (en concreto, el difícil acceso a la vivienda en Londres). Con este single, Squid tomaron el impulso necesario hacia “Town Centre” (Speedy Wunderground, 2019), su segundo EP.
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE…
Tanto Squid como Mush han sabido capturar con sus mensajes existencialistas y su robusto sonido el angst de la juventud británica (y, por extensión, del resto de occidente).
“Town Centre” -producido por Dan Carey, figura clave en el lanzamiento de la banda a través de su sello Speedy Wunderground-, significa la consolidación -con solo cuatro cortes- de la particular receta post-punk-funk de Squid. Y eso que en su tracklist no aparece “Houseplants”… Para cubrir su hueco emerge “The Cleaner”, un derroche de ritmo que vuelve a recordar al James Murphy más vibrante y a Formation, aquella banda londinense que en 2017 daba la sensación de que se iba a comer el mundo para poco después desaparecer en combate.
En “Match Bet” vuelven a resonar ecos de LCD Soundsystem, aunque Squid se sumergen en el post-punk trotón, con pulso motorik y toques free jazz y no wave que se narcotizan en la humeante cadencia dub de “Rodeo”. Este es solo un aperitivo de lo que pueden ofrecer Squid en su estreno en largo, que se supone llegará a lo largo de 2020 bajo el paraguas de Warp, histórica discográfica que los has reclutado recientemente y con la que han publicado su último single: “Sludge”, otro pildorazo p-funk marca de la casa.
En su primer LP, “3D Routine”, Mush saben cómo hacer del post-punk-rock una materia repleta de frescura que se arrima a esquemas indie-pop sin complejos. Un ejemplo es “Revising My Fee”, que abre el disco con brío, nervio y un estribillo pegadizo, elementos que dibujan una plantilla que se reproduce en “Eat The Etiquette” -en la que Dan Hyndman se explaya con su peculiar y reconocible interpretación vocal-, “Island Mentality”, “Gig Economy” y “Poverty Pornography”.
Estos dos últimos temas, además de “Alternative Facts”, compendian los asuntos que tratan los afilados textos de Mush: ahogo económico, noticias falsas, libertad de expresión, comportamiento en redes sociales, manipulación mediática o ansiedad millennial. Es decir, que “3D Routine” refleja buena parte de los temores actuales desde la perspectiva de unos chavales que, en ciertas fases del álbum, destensan la goma rítmica y se relajan relativamente, aunque no pierden efectividad ni puntería.
PREDICCIÓN DE FUTURO
Squid y Mush son dos buenas muestras de grupos que pueden considerarse como las típicas next big thing amparadas por la prensa especializada británica, cada vez más veloz a la hora de apostar por promesas y encumbrarlas inmediatamente. Sin embargo, unos y otros han tenido la suerte de que la sombra del hype no se cerniera abruptamente sobre sus cabezas.
Bueno, sobre Squid sí que cayó en cierta medida -aun sin lanzar su primer LP al mercado-, lo que les llevó a participar en la puesta de largo del Primavera Weekender y entrar en los carteles de los próximos Primavera Sound y Paredes de Coura. Quizá Mush todavía no han despertado tanta expectación, pero con un disco como “3D Routine” pronto deberían llamar la atención más allá de las islas al mismo nivel que otros colegas referenciados aquí como Shame o Fontaines D.C.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Post-punk + rotura de etiquetas + angst juvenil + ímpetu = Squid y Mush
MÁS EN… el Facebook y el Bandcamp de Squid y en el Facebook y el Bandcamp de Mush.
ESCUCHA… “Sludge” de Squid y “Revising My Fee” de Mush.