Fever Ray nos pilla por sorpresa anunciando que lanza su nuevo disco esta misma noche… Así que aquí te explicamos todo lo que se sabe sobre «Plunge».
Nos ha pillado a todos por sorpresa, pero la verdad es que deberíamos haber esperado algo así desde el momento en el que Fever Ray nos puso debajo del morro su temazo «To The Moon And Back» (del que te hablábamos hace unos días en esta otra noticia)… Al fin y al cabo, hace 8 años que Karin Dreijer abría camino hacia una carrera en solitario más allá de The Knife (proyecto compartido con su hermano y ya finiquitado) con un disco que todavía sigue siendo mucho más que vigente e icónico: el maravilloso -y muy oscuro- «Fever Ray» (Mute, 2009). Era hora, entonces, de darle continuidad al asunto.
Lo que ocurre es que estamos acostumbrados a que las cosas vayan a su ritmo y, aunque la semana pasada tuvimos estreno de single, nadie podía intuir que el lanzamiento del nuevo disco de Fever Ray se anunciaría de hoy para esta misma noche. Dicho de otra forma: su nuevo «Plunge» (Rabid Records, 2017) aparecerá en digital el día 27 de octubre (lo que, para los más fans, ¡significa que lo tendremos esta misma noche!), aunque lo cierto es que no será hasta el próximo 23 de febrero cuando podremos ver la edición en vinilo y CD. Se ha anunciado también, por cierto, que en el 2018 veremos gira de Fever Ray… Y nosotros ya hemos mojado nuestra ropa anterior.
La gran pregunta es: ¿qué sabemos del disco? Poco cosa. La foto de cabecera de esta noticia parece que será la portada de «Plunge«, y ya se ha confirmado que el álbum se grabó en el estudio de la propia Karin Dreijer en Estocolmo en colaboración con productores como Paula Temple, Deena Abdelwahed, NÍDIA, Tami T, Peder Mannerfelt y Johannes Berglund. Ah, y también se ha hecho público un comunicado bien extenso en el que Karin se explaya con sus movidas y sus locuras… Habrá quien diga que no tiene sentido alguno, pero seguro que incluye muchas claves para entender «Plunge«. Nosotros, por si acaso, os dejamos a continuación el comunicado bien traducido.
«Es un placer conocerte. No sé cómo sentirme al respecto. Pero mis repeticiones solo están empezando. ¿Confundo el picor con el dolor? Aquí está este concurso para descubrir cuál de los dos es, dedicado a un equipo global de auto-diagnosticadores con el corazón roto que va desde las harapientas democracias sociales del norte hasta los mercados liberados del oeste. El objetivo de la canción es el amor y el tema de la canción es la pérdida, o el objetivo y el tema son genéticamente parecidos. Así es como suena, la voz excavada, la excavación arqueológica que se hará de aquí a mil u ocho mil años, cuando los cuerpos conservados en el barro de este auditorio se hayan convertido en ejemplo de su tiempo y no puedan ni ayudar ni herir a los demás. Entonces sabré cómo quererte y cómo dejar que me quieras.
La canción, la amante, está interesado en objetivarse a sí mismo, a sí misma. La amante se objetiva a sí misma como música. La canción es una prótesis que se extiende como una extremidad que se introduce en las tripas y saca el corazón medio digerido, es un poco gótico y un poco vergonzoso. En la música aprendo con gratitud que la decisión de caer es más dura que la caída en sí misma, la expectación de caer; que me avergüenza la gravedad es lo que quiero decir con «he ganado peso». El padre y el amante momentáneamente difuminándose, después algún tipo de mareo, y más tarde estoy en casa sin recordar nada de lo que ha ocurrido. Antes me preocupaba que la violencia sea tan íntima como el amor, pero veo que he resuelto ese problema disolviendo amor y violencia el uno dentro del otro. Lo que es importante esconder tiene que ser importante. Lo que sea importante hay que olvidarlo.
¡Escucha! Busco a una chica que mida 10 pies y que tenga dientes como cuchillas; busco a una chica que pueda interpretar el papel de recepcionista aburrida en el más allá, cruzando el río del olvido cada mañana y cada tarde de ida y vuelta hacia el mundo de los vivos, donde yo la esperaré con flores y con un buen surtido de juguetes para adultos. ¿Puede que esa chica seas tú? Estoy buscando a una chica que afirme mi realidad, o que la cancele. Yo: me visto bien. Soy una superficie reflectante. Soy el presidente. Bienvenida a mi cuerpo, mi edificio, mi frontera. Las escaleras solo suben. Solo puedes bajar si te tiras desde el tejado. Y las canciones se contraen para cogerte si tienes suerte.
¡Escucha! Sexo es trabajo, amor es trabajo, trabajo es sexo, trabajo es amor, la conversación mágica del «es» adquiere un poder imposible al entregarse a la música. Hemos viajado juntas estos minutos y años y ahora tengo esperanzas de que finalmente hayamos resuelto el complicado problema de cómo llegar a ser… Incluso a mi edad, conservada como un ejemplo en su perfecto bloque de hielo, ¿puedes creerte que todavía estoy esperando llegar a ser real? Tenía un plan en el que el sexo o por lo menos una intensidad física sincera nos podría salvar pero lo tiré tejado abajo con el cuerpo y cayó en el silencio que lima el borde de la canción.
Dentro de la arquitectura de la repetición que constituye tanto a la canción como a la vida, entendida objetiva y no subjetivamente, hay resonancias, garantías, lazos y seguridades. El sexo y la música defienden un silencio compartido por debajo del ruido, puede que tanto porque no hay nada como hay demasiado que decir. Todavía es posible negociar entre el dolor y el placer, en los bordes evanescentes del dolor y del placer, como si se cerrara un trato, el mejor trato, un trato bonito. No hay binariedades simples, y no me refiero solo al género, eso es agua pasada; me refiero a que estoy irradiando y estoy obsesionada con el hiriente sueño durante el día que creo que tu voz podría causarme, ahora que vivo en su zona, y que estoy demasiado lejos como para distinguir entre lo afilado y lo blando.
Cariño, espero que una de las dos hipnotice a la otra. Entonces la menos hipnotizada matará a la otra. Después todo el mundo está muerto y establecemos la escena, un nuevo principio, final, principio, final. Un patrón puede durar hasta la eternidad en sí mismo y la canción en repetición me sigue a través de la ciudad. El corazón es el órgano más sangrante y el gruñido de su ritmo dificulta mi percepción como el movimiento en los límites de la visión pueden hacer que una criatura yerre. Es demasiado pronto para enamorarse, pero toda la historia ya ha pasado y parece que solo quedan ordenar y desordenar los recuerdos. «Esperamos demasiado tiempo». Está bien, todo el mundo está aquí ahora.»
Más información en la web de Fever Ray.