ALUNAGEORGE. Ay. Qué pesaditos estamos con estos dos, ¿verdad? Es lo que pasa cuando haces las cosas bien: que la gente se queda con la copla y da la brasa con ello. Pero, ¿cómo se puede obviar a Aluna Francis, ese cuerpo de Magnum de chocolate con leche y su escueto aunque efectivo vestuario? La londinense solo necesitó una cadenaca de oro tipo Bijoux Brigitte en versión british (que siempre mola más), un conjunto como salido de los restos de American Apparel (bustier y falda con vuelo, todo en color crema) y unas simples sneakers para dejar al público prendado durante una hora. Movimiento sersi por aquí, un poquito de vuelo y mucho flow por allá. Y ya lo tenemos. Parece fácil, pero no lo es. Hubo mucha guiri que en horas previas había copiado el rollo y, por momentos, sólo parecía una ballena varada en la orilla del puerto de Barcelona. También le dedicamos una mención especial a George Reid, el sleeper de este festival que con sus movimientos caderiles, su camiseta estampada y sus bermudas marrones se hizo con nuestro corazón. ¿Para cuándo los boobleheads y los peluches de AlunaGeorge? Los queremos.
