Las últimas jornadas del Festival de Sitges 2017 han tenido una protagonista absoluta: «How To Talk To Girls At Parties» de John Cameron Mitchell.
Como colofón final al Festival de Sitges 2017, hemos podido disfrutar (MUCHO) de la última ida de olla del auténtico visionario más rebelde del cine actual: John Cameron Mitchell. Y es que si su nueva producción, «How To Talk To Girls At Parties«, no es la mejor película del festival, sí que podría perfectamente presumir del título de cinta más arriesgada e irreverente del mismo… Antes de cerrar nuestras crónicas del festival con el (bluff) de palmarés, me encantará romper una lanza a favor del bueno de Mitchell.
HOW TO TALK TO GIRLS AT PARTIES
Un tímido pero vandálico adolescente llamado Enn (Alex Sharp) pasa sus días con sus amigos en un clandestino local de punk en Londres regentado por una magnánima Nicole Kidman (que, por su caracterización, más bien parece David Bowie en «Dentro del Laberinto«, pero eso es otro tema). Como cualquier adolescente (y a veces también algún no tan adolescente) que sepa lo que es una buena juerga, uno de esos días el trío de amigos acaba metido en una casa en la que aparentemente se está celebrando una fiesta un tanto extraña. Allá conoce a Zan (Elle Fanning), una joven rubísima y angelical que tiene ganas de mambo… Y entiéndase aquí «ganas de mambo» como «salir de una especie de secta en la que se encuentra metida». En su permiso sectario de 48 horas, Zan encuentra un exterior que no espera: un mundo de posibilidades que no conoce y una nueva forma de vida: el punk, un movimiento abierto a todo tipo de sensaciones que explorar y, en esencia, un movimiento que acompaña a esa personalidad joven de vitalidad sin límites, tanto en lo espiritual como en lo terrenal.
Esta visión panorámica de la Inglaterra de los años 70 encaja a la perfección con la temática del film y con esa frontera invisible que supone la casa donde se encuentran los compañeros de Zan. Un lugar que de por sí está dotado de reglas por doquier, reglas que (obviamente) a cualquier punk que se precie le apetecería saltarse. Las mismas reglas que hacen entrar a Enn en la casa son las que hacen que Zan quiera salir de ella, y en esa diferencia de ambos mundos radica su historia de amor.
Sin embargo, resulta muy complicado definir «How To Talk To Girls At Parties» como una simple historia de ciencia ficción. Con este guión de Neil Gaiman, John Cameron Mitchell ha conseguido una sobresaliente teen movie que supone un paso seguro al frente en su carrera, pero que no olvida lo que tiene detrás. La cinta aúna muchos de los rasgos que ya le caracterizan: la irreverencia, la locura, la liberta al extremo, la transgresión y la exploración continua de las emociones. Y, claro, por supuesto no podía faltar la música. Esa música que lo inunda todo y que es literalmente un personaje más.
Al igual que sus personajes, John Cameron Mitchell continua adscrito su ya representativo método de contar historias desde dentro, desde lo más íntimo y personal, pero sin olvidar quién es. La personalidad con la que habitualmente dota todas sus producciones queda aquí plasmada especialmente en sus cámaras lentas y en esos “pasos” espaciales un tanto psicodélicos de los que está plagada la película. Al final, el director nos cuenta una historia de amor, sí. Pero también nos habla de cosas tan sencillas como la aceptación de uno mismo. Y también, por supuesto, nos habla de que no hace falta una frase surrealista y edulcorada para encandilar a nadie en una fiesta. Que no os digan lo contrario.
PALMARÉS
En mi top final del Festival de Sitges 2017,»How To Talk To Girls At Parties» se llevaría una muy buena posición… Pero, como de momento no tengo mano con el jurado, allá va lo que han decidido ellos.
MEJOR PELÍCULA: Kornél Munduczó por «Jupiter’s Moon» (en la foto)
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO: Joachim Trier por «Thelma»
MEJOR DIRECCIÓN: Coralie Fargeat por «Revenge»
MEJOR ACTOR: Rafe Spall por «The Ritual»
MEJOR ACTRIZ: Marsha Timothy por «Marlina The Murderer In Four Acts»
MEJOR GUIÓN: Joachim Trier y Eskil Vogt por «Thelma»
MEJORES EFECTOS ESPECIALES: Ferenc Deák por «Jupiter’s Moon»
MEJOR FOTOGRAFÍA: Andrew Droz Palermo por «A Ghost Story»
PREMIO DEL PÚBLICO: Albert Pintó y Caye Casas por «Matar a Dios»
PREMIO JURADO DE LA CRÍTICA: ex aquo para Juliana Rojas y Marco Dutra por «As Boas Maneiras» y Yorgos Lanthimos por «The Killing of a Sacred Deer»
PREMIO JURADO JOVEN: David Lowery por «A Ghost Story»
MEJOR CORTOMETRAJE: Albert Pintó y Caye Casas por «R.I.P.»