El estreno en nuestro país de «120 Pulsaciones por Minuto» vuelve a abrir el diálogo sobre el sida… Por eso mismo te proponemos 10 películas y series sobre esta enfermedad que ya deberías haber visto.
El próximo viernes 19 de enero se estrena en España «120 Pulsaciones por Minuto«, la película de Robin Campillo que no ha dejado de montar barullo (dentro de los límites del mundo del cine… pero también fuera de ellos) desde que se estrenara en el pasado Festival de Cannes 2017. Tiene gracia, de hecho, que una película como esta, en la que el acto de «montar barullo» forma parte intrínseca de la propia trama, esté dejando semejante revuelo a su paso.
Pero, como suele ocurrir en estos casos, cuando el río suena es que agua lleva… Y, en el caso de «120 Pulsaciones por Minuto«, las aguas andan particularmente revueltas gracias a una trama que ha vuelto a traer a primer línea un tema del que, simple y llanamente, no nos podemos olvidar. Se trata del sida, evidentemente, enfocado en la película de Campillo a través de la historia del nacimiento y primera época de Act Up, el grupo de activistas franceses que, en los 90, cuando todo el mundo prefirió callar y mirar hacia otra parte, decidieron enfrentarse a la epidemia con tácticas de pura guerrilla. Todo valía si, al final, conseguía dar visibilidad a un sida que tanto la sociedad como el poder se empeñaba en tapar, en esconder, en ignorar.
¿Y por qué es pertinente en pleno año 2017 una película como «120 Pulsaciones por Minuto«? Por muchos motivos: porque el mundo anda un poco a la gresca con lo de la PrEP (ya sabes: la pastilla preventiva que muchos países ya han asimilado como parte de la salud pública), porque las nuevas generaciones han bajado la guardia de forma alarmante pensando que contagiarse tampoco es tan grave… «120 Pulsaciones por Minuto» es pertinente porque, básicamente, el debate en torno al sida sigue más vivo que nunca. Y así tiene que seguir mientras sea una enfermedad sin cura.
Pero, ojo, porque aunque el film de Campillo tiene grandes posibilidades de convertirse en el gran abanderado cinematográfico de la lucha contra el sida de este año 2018, hay que reconocer que hubieron muchas películas y series que antes abordaron el tema con igual urgencia y con una elocuencia sin par… A continuación, desde Fantastic Mag hemos seleccionado los diez que nos parecen de visionado obligatorio (ordenados, por cierto, de forma cronológica). Si te gusta / interesa / conmueve / remueve lo de «120 Pulsaciones por Minuto«, no puedes perderte estos otros diez pildorazos imprescindibles.
PHILADELPHIA (1993), de Jonathan Demme. Puede que, visto a día de hoy, un film como «Philadelphia» parezca carca y excesivamente buenista. Además de que resulta francamente difícil creerse a Tom Hanks en su papel de abogado homosexual al que despiden de forma improcedente y que contrata a otro abogado bastante homófobo (Denzel Washington) para que le ayude en una típica lucha de David contra Goliat en la que, además, la enfermedad actuará como reloj implacable… No hay que obviar, sin embargo, la valía real de esta película de Joanthan Demme que, al fin y al cabo, fue la primera en Hollywood en dar visibilidad al tema del sida de una forma realmente masiva. ¿Cuántas casas de los 90 tuvieron una primera conversación en torno al sida gracias a «Philadelphia«? Pues eso.
ANGELS IN AMERICA (2003), de Mike Nichols. Justo antes de que las series de televisión pasaran a convertirse en el centro de nuestras vidas, Mike Nichols tuvo la valentía de enfrentarse a un proyecto un poco megalómano: adaptar la icónica obra teatral de Tony Kushner en una miniserie de seis episodios que incluso contó con un casting bastante alucinante en el que brillaban nombres como Al Pacino, Meryl Streep, Emma Thompson o Patrick Wilson. «Angels in America» trenza la historia de dos parejas homosexuales que ven cómo el sida impacta directamente sobre sus vidas. Es una serie dura pero extrañamente poética, con un toque de realismo mágico que siempre casa perfectamente con una realidad tan dura como la de esta enfermedad.
[/nextpage][nextpage title=»PARTE 2″ ]LOS TESTIGOS (2007), de André Techiné. Antes de que se asociara con Céline Schiamma para facturar la inexplicablemente infravalorada «Cuando Tienes 17 Años» (2016), el última gran pico de la carrera siempre irregular de André Techiné fue, sin lugar a dudas, «Los Testigos«. Y es que, en esta película, el director francés supo conjugar a la perfección dos nacimientos paralelos: por un lado, un chico que se abre a su propia homosexualidad durante los 80; por el otro, el sida que empieza a causar estragos en el entorno que ese mismo chico empieza a descubrir. ¿Extraño paralelismo? Ni mucho menos, si tenemos en cuenta los miles de chavales que se encontraron ante el mismo panorama en aquella década.
WE WERE HERE (2011), de David Weissman y Bill Weber. No solo de ficción vive el cine a la hora de abordar el sida como temática… Está claro que, tarde o temprano, el documental tenía que abordar la enfermedad para intentar aclarar una historia que no siempre fue tan clara como debería haber sido. El estreno de «We Were Here» armó un buen revuelo tanto en el Festival de Sundance como en el de Berlín, y no era para menos: David Weissman y Bill Weber partían del caso concreto, el de San Francisco, para dar parte de la problemática global. Pero, teniendo en cuenta que San Francisco siempre fue la capital gay mundial, es fácil entender por qué esta «parte» representa de forma tan sublime al «todo».
HOW TO SURVIVE A PLAGUE (2012), de David France. Siguiendo con los documentales, un año después de la aparición de «We Were Here» fue el momento perfecto para que «How To Survive A Plague» entrara directamente a hacer todo el ruido posible… Y es que, al fin y al cabo, la cinta de David France puede que sea el visionado más natural junto a «120 Pulsaciones por Minutos«, ya que trata directamente de la actividad a lo largo de las últimas décadas de las dos asociaciones de luchadores contra el sida por excelencia: Act Up y TAG (Treatment Action Group). Sus métodos no siempre son iguales, pero sus objetivos no podían estar más de acuerdo.
DALLAS BUYERS CLUB (2013), de Jean-Marc Vallée. «Philadelphia» fue de vital importancia en los 90 para dar visibilidad al sida, pero también fue una de las grandes culpables de que, desde entonces, pareciera que esta enfermedad era algo que solo afectaba a la comunidad gay. A «DalLas Buyers Club«, la adores o la odies (porque, al parecer, no hay posibilidad de posición intermedia), hay que reconocerle el hecho de poner en el tablero de este juego a un personaje real, Ron Woodroof (interpretado por Matthew McConaughey en su habitual clave histriónica), que demostró que también podías contagiarte siendo un mujeriego y un homófobo. El resto del film de Jean-Marc Vallée, por su parte, también resulta valioso al dejar bien claro que los medicamentos contra el sida siempre han sido y serán un negocio que no tiene en cuenta a los enfermos, sino al dinero que se puede generar en torno a ellos.
[/nextpage][nextpage title=»PARTE 3″ ]E AGORA? LEMBRA-ME (2013), de Joaquim Pinto. Joaquim Pinto empieza un tratamiento experimental contra el sida en Madrid el mismo día en el que Mariano Rajoy gana las elecciones del año 2011… A partir de ahí, Pinto se graba a sí mismo durante todo un año de tratamiento, siempre escudado por su marido Nuno Leonel. El resultado de todas aquellas grabaciones es «E Agora? Lembra-me» (que podría traducirse como «¿Y ahora? Recuérdame«), un documental en el que la primera persona acaba siendo la mejor forma de hablar del sida en tiempos de crisis económica. Nada de buenismo, nada de historias de superación personal absurdas: aquí tienes el día a día real de un paciente recibiendo un tratamiento contra el sida. Ni más, ni menos.
THE NORMAL HEART (2014), de Ryan Murphy. Siendo Ryan Murpy el gran abanderado de la cultura gay en la televisión del siglo 21 gracias a maravillas del tamaño de «Glee«, «Feud» o la inminente «Pose» (que, según venden, va a ser la ficción televisiva más trans de la historia del medio), estaba cantadísimo que tenía que ofrecer alguna visión en torno a la temática del sida. «The Normal Heart» está protagonizada por Ned Weeks (interpretado por Mark Ruffalo), un tipo que, acuciado ante la nueva enfermedad que está diezmando la vida de muchos de sus amigos, decide lanzarse a un activismo candoroso pero necesario. Eso sí, resulta imposible no pensar que esta película es un avance de la gran obra sobre el sida que tarde o temprano ofrecerá Ryan Murphy.
WHEN WE RISE (2017), de Dustin Lance Black. Ojo con el señorito Dustin Lance Black, porque la verdad es que la serie «When We Rise» ya le ha situado como una de las voces más elocuentes de las nuevas generaciones dentro de la comunidad LGBTIQ. Puede que esta serie no trate exclusivamente sobre el sida, sino más bien sobre los diferentes avances que esta comunidad ha ido realizando a golpe de revolución dentro de la sociedad americana y su complejo sistema de leyes. Pero hay que reconocer que los episodios centrados en la epidemia son realmente impresionantes, emocionantes y emotivos sin necesidad de recurrir ni a la simplificación del problema ni a los sentimentalismos baratos.
ESTIU 1993 (2017), de Carla Simón. El sida es, a la vez, el personaje más ausente y presente en «Estiu 1993«… Pero, ¿acaso no era exactamente así como se llevaba esta enfermedad en los 90? En aquella década, aunque nadie quisiera hablar del sida, acababa siendo una presencia continua que se sobreentendía a través de gestos en conversaciones que no se atrevían a mentar la enfermedad en voz alta. De esta forma, Carla Simón consigue firmar una película sobre cómo el sida incidió en la vida de toda una generación de niños que creció con este estigma planeando sobre sus cabezas, con gilipolleces en la cabeza como el miedo a la herida ensangrentada de otro niño y con traumas que, precisamente porque se intentan esconder, acaban explotando cuando menos te lo esperas.
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