¿Eres de los que hablan mucho de wellness en redes sociales pero no lo practican? Entonces necesitas urgentemente una visita a Spa Siargao en pleno centro de Barcelona.
Mira, ya basta. Sí, te lo estoy diciendo a ti (y también un poco a mí mismo), que no paras de repostear en redes sociales todas esas imágenes y todos esos vídeos inspiradores y todos esos mensajes empoderadores que llaman a cuidarse a un mismo y a mimar tanto la salud física como la mental. Mucho compartir y mucho darle vueltas al asunto pero, al final del día, ¿qué es lo que realmente haces para mejorar y sentirte mejor?
Porque está claro que todos vivimos en una vorágine en la que es fácil acabar sintiendo que vives en una centrifugadora existencial en la que todo ocurre a tu alrededor a la velocidad del relámpago y, por lo tanto, te obliga a moverte a esa misma velocidad. Una huida sin mirar atrás y sin dejarte tiempo suficiente para planificar una estrategia con la que mitigar los estragos de este tipo de vida.
¿Y por qué me ha dado por pensar en todo esto? Porque es inevitable reflexionar sobre lo humano y lo divino cuando sales de un lugar como Siargao, el spa que ofrece un verdadero oasis de tranquilidad en pleno centro de Barcelona, específicamente en la parte inferior del Hotel 1898 (que está, literalmente, a tres pasos de Las Ramblas). Al fin y al cabo, este es un espacio diseñado de forma magistral para que tú mismo elijas tu propia aventura: tanto si quieres conectar contigo mismo como si quieres compartir un momento con alguna persona especial o con tus amigos, aquí encontrarás el lugar ideal para ambas cosas.
Pero, antes de entrar en la experiencia, permitid que me detenga en el espacio de Siargao. Porque es una verdadera gozada que ya empiezas a oler desde que enfilas escalera abajo desde el hall del 1898. No es casualidad: este es un nuevo espacio de los creadores de Signature Spa, y hay que reconocer que lo de «signature» se lo toman muy en serio y, en este caso, incluso tienen una agradable firma olfativa. Todos sus spas empiezan a trabajar en tu organismo antes de que cruces sus puertas, y lo hacen a través de un aroma relajante y purificador.
Cuando abres las puertas de Siargao, además, el tratamiento se hace más profundo en cuanto empieza a bañar el resto de tus sentidos. Y es que el spa aprovecha la singular arquitectura del edificio del Hotel 1898, específicamente de este espacio que originalmente fue una carbonera y un poco después se transformó en la cámara acorazada de la Compañía de Tabacos de Filipinas. El lugar ha sido remodelado bajo la dirección de Rosa Roselló, y se nota que su principal prerrogativa ha sido conservar la historia de estas paredes que cuentas múltiples historias a todo aquel que se aventure al espacio interior. Es decir: no es un espacio ultramoderno y liminal, sino un acogedor rinconcito de historia viva.
Un espacio que incluye un spa y circuito termal equipado con piscina cubierta, hidromasaje, sauna seca, baño de vapor y cama de burbujas. Y aquí es cuando debes decidir qué aventura quieres vivir en Siargao, porque absolutamente todos los espacios están pensados para que tú mismo construyas tu propia experiencia. A lo mejor quieres ir a tu bola, tirarte en una cama de burbujas un ratito para ir ablandando el cuerpo y subir la temperatura en la sauna de vapor antes de entrar a hacerte un masaje. O a lo mejor has quedado con un amigo, os pedís unas copas de cava y os las bebéis en la piscina mientras charláis después de haber pasado por el baño de vapor.
Aun así, elijas la aventura que elijas, el grand finale siempre será el mismo: un masaje en una de las dos cabinas individuales para tratamientos o en la habitación premium para parejas. Allá podrás sentir en tus carnes la otra firma de los creadores del Signature: su visión de vanguardia en lo que respecta a los tratamientos que fusionan la ciencia con las técnicas de masaje más lujosas. Sus masajistas emplean técnicas elaboradoras de forma pormenorizada para conectar a través de los sentidos con el cuerpo, y esto significa que podrás escoger entre un buen surtido de masajes, faciales, corporales, rituales e incluso tratamientos para parejas y embarazadas.
Todo ello con la seguridad de que Siargao tiene un compromiso especialmente honesto con la conciencia por el mantenimiento de la integridad de nuestro planeta, el consumo sostenible y la salud y el bienestar. Algo que se traduce en una cosita muy sencilla pero que, sin embargo, es un verdadero valor añadido en comparación a otros espacios similares: todos los productos cosméticos utilizados son de la marca SCENS, lo que te asegura que son 100% naturales, orgánicos, veganos y libres de tóxicos.
De ahí viene que Siargao se autodefina como un spa «Organic & Vegan«. Algo que acaba sumando en esta ecuación de bienestar: ¿conciencia con el planeta? La tienes. ¿Mejora de salud mental y emocional? Es tuya. ¿Chute de salud física? Ahí la llevas. Porque subrayo que todo lo que he escrito aquí es fruto de un buen caudal de reflexiones que se arremolinaron en mi cabeza después de haber disfrutado de una velada de viernes por la tarde junto a dos amigos.
Llegamos a Sargao y fue uno de mis colegas quien señaló lo del aroma tan característico. Nos desvestimos, nos quedamos en bañador, nos pusimos esos albornoces tan confortables y acogedores que solo existen en los hoteles de lujo como el 1898 y nos lanzamos a la sauna de vapor, donde nos pusimos a charlar de nuestras vidas porque hacía tiempo que nos veíamos. Mientras tanto, nos sirvieron unas copas de cava que atacamos cuando, después de una ducha fría, nos metimos en la piscina y seguimos con una de esas charlas en las que sientes cómo reconectas con tus seres queridos y que solo se puede dar en un entorno como este, que induce al relax y a la calma (y a olvidarse un rato de los teléfonos móviles).
Después vino el masaje… Y esto ya es cosa de cada uno. Mi cosa es que me destrocen vivo. Y vivo me destrozaron. Me dejaron en una de esas nubes anímicas de las que es imposible bajarse. Sobre todo porque, incluso cuando llegué a mi casa, me puse la ropa de estar por casa y me tiré en el sofá, resulta que seguía oliendo a Siargao. El efecto de nuestra tarde de spa perduró en nuestros cuerpos y en nuestras cabezas. O dicho de otra forma: creo firmemente que gané cinco años de vida tan solo con una tarde de tratamiento. ¿No te apetece dejar de compartir stories de wellness y vivir el verdadero wellness en tus propias carnes? [Más información en la web de Spa Siargao]