¡Zooey Deschanel! Luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía…
Uy, perdón, que me desvío del asunto. She & Him, amigos y amigas, ¡por fin otra vez entre nosotros! El dúo más rebosante de glamour y encanto de todo el panorama pop-rock americano vuelve a entregar una nueva colección de sus “Volúmenes”. Zooey Deschanel aparca puntualmente su exitosa sitcom “New Girl” y se junta de nuevo con el gran Matthew Ward para dar continuidad a su proyecto musical, tras aquel anecdótico disco de villancicos “A Very She & Him Christmas” (Merge, 2011). En esta nueva entrega, en fin, reconozcamos que lo que chirría es esa tercera palabra: “nueva”. Y es que, mal que nos pese, este “Volume 3” (Merge, 2013) esencialmente ofrece más de lo mismo: una versión discretamente extendida y dudosamente mejorada de sus predecesores, el entrañable “Volume One” (Merge, 2008) y el exitoso “Volume Two” (Merge, 2010).
“Volume 3” nace, crece y se reproduce sin estridencias ni salidas de tono a partir del modelo básico de canción que han ido entregando She & Him desde su debut en 2008. Historietas pop con notorias influencias de los girl groups de los primeros 60, condimentadas con ese toque guitarrero clásico de M. Ward y puntualmente engalanadas con una puesta en escena que mira de soslayo al country más amable. Por ejemplo, el primer single, “Never Wanted Your Love”, es un clásico signature move de Zooey, más reconocible que su glorioso flequillo o sus ojos azules. Ingredientes: ooh-ooh-oooohs repetidos en los coros, estribillo con cierta pegada melódica, desamor, ironías naif (“Everybody’s clever these days”) y despecho juvenil; mezclar suavemente durante tres minutos y servir muy frío. Otros temas de la cara A, como “I’ve Got Your Number, Son” o “I Could’ve Been Your Girl”, siguen básicamente esa misma receta. Ese es el primer y principal reproche que debe llevarse “Volume 3”: la sensación de monotonía que llega a condicionar en el oyente. Sólo los muy fans y los muy nostálgicos serán los que disfruten sin parangón de este disco y lo consideren imprescindible.
Ojo, que no todo es rutinario. “Somebody Sweet To Talk To”, más pausada e interesante melódicamente, es una preferida personal instantánea, en la que Deschanel canta mejor y más cercana que nunca, pero en la que no obstante se echa en falta otro tipo de tratamiento, otra producción. “Together”, a su vez, rompe un poco el patrón de conducta clásico y casi inamovible del dúo, con ese rasgado de guitarra y un saxo barítono circunstancial que aportan un cierto toque groovy y ligeramente funky al asunto; favorita también a pesar de su estribillo tan de radiofórmula.
Por supuesto, esto no podría ser un “Volume” de She & Him sin sus reconocibles versiones. Si con anterioridad se habían atrevido con los Beatles (“I Should Have Known Better”), Smokey Robinson (“You’ve Really Got A Hold on Me”) o el “Gonna Get Along Without You Now” popularizado por Viola Willis como estándar disco, aquí destacan un dulce “Hold Me, Thrill Me, Kiss Me” (más conocido en la afectada versión de Mel Carter) y un “Sunday Girl” más bien apagadito pero apreciable en la hechizante voz de nuestra Deschanel del alma, que además se atreve a terminar el tema en francés como ya hizo Debbie Harry en la cara B del 12” original.
Dicho queda. Bonito, aseado, amigo de sus amigos, no se nota, no se mueve, no traspasa. Y aun así, “Volume 3” es un disco disfrutable en su revivalismo de sonrisa contagiosa y en su solubilidad pop… Y por ello lo apreciamos. Efectivamente, She & Him no están aquí para cambiar el devenir de la música actual. “¡Ni falta que hace!”, dirán ustedes, como siempre con toda la razón del mundo. En todo caso, convendrán conmigo en que no nos los perderemos si vienen de gira por aquí. Búsquenme entonces en la primera fila.