Series de televisión, Dan Harmon, piratería y birras… Nuestra crónica del reciente Serielizados Fest celebrado en Barcelona tiene todo esto y mucho más.
Los días 16, 17 y 18 de abril tuvo lugar la segunda edición de Serielizados Fest con la colaboración de Movistar Series en el centro Arts Santa Mònica de Barcelona. Se trata de un proyecto que nació de un Trabajo Final de Grado de la facultad de comunicaciones de Blanquerna: una propuesta cultural que busca atraer a toda la comunidad seriéfila de Barcelona y alrededores y que suma visionados de series, charlas sobre el panorama audiovisual actual y que este año, además, ha contado con un invitado muy ilustre: Dan Harmon, creador de series como «Community» o «Rick and Morty«. Desde esta página hemos podido asistir a tres de sus eventos más destacados… Y a continuación os hablamos de ellos.
PIRATERÍA Y NUEVO CONSUMO AUDIOVISUAL. El jueves 16 de abril en el centro Arts Santa Mònica de Barcelona tuvo lugar uno de los eventos más destacados de esta segunda edición del Serielizados Fest. Asistimos a una tertulia sobre piratería y nuevas formas de consumo audiovisual: el eterno tema de las descargas y visionados ilegales y el apasionante mundo que al mismo tiempo se está abriendo en el mercado audiovisual con plataformas como Movistar Series recientemente o Filmin desde hace años con el VoD (video on demand).
El encuentro se benefició de la participación de varios pilares fundamentales de este ya casi eterno debate, y es que contó con la presencia de Oriol Solé (series.ly), Javier Olivares (creador de series como «El Ministerio del Tiempo«), Juan Carlos Tous (Filmin) y Josep M. Bunyol (crítico de cine y televisión). Todos ellos ofrecieron sus distintos puntos de vista en un debate en el que tienen mucho que ofrecer como parte de una solución a la que se debería intentar llegar para mejorar el panorama actual.
A partir de ahí, y como es habitual en estos debates, se pusieron muchos temas sobre la mesa y todos muy mezclados, y es que no se puede hablar sobre piratería sin hablar de otras decenas de aspectos que, de un modo más o menos colateral, afectan al debate. Se empezó por cuestionar el concepto “pirata” dejando claro que debía existir un beneficio económico para poder aplicarse esta palabra y que se debería vigilar a la hora de catalogar a todo internauta de como tal. También salió a coalición Netflix, tan de moda estos últimos años y que parece que llegará a nuestro país a finales de este mismo 2015. La plataforma ha impulsado un consumo excesivo de series estos últimos años con su sistema de difusión de temporadas completas. Y la creencia de que solucionará todos nuestros problemas y que todas nuestras series favoritas estarán disponibles en el momento que salgan en su país de origen es más bien cosa incierta y muy cuestionable, puesto que Netflix no es ese Spotify de series y películas que algunos podrían tener en mente.
También resultó capital en el debate el papel de las compañías telefónicas, pues recordemos la medida que la Generalitat ha llevado a cabo de lograr que dichas proveedoras de ADSL paguen un impuesto que se canalizaría hacia la producción de cine en Catalunya. ¿Parte de ahí una de las soluciones para mermar el problema de la piratería?
En la charla se defendió el respeto a la propiedad intelectual, se habló de un problema educacional y también se defendieron sistemas como el de Filmin, que obviamente no puede satisfacer las necesidades de todo consumidor pero que juega un papel importante a la hora de facilitar el visionado de películas y series de televisión a sus suscriptores, que han crecido mucho en los últimos años. El papel de series.ly también fue importante en el sentido de poner de manifiesto que otras industrias como la musical han sabido reinventarse. También se habló de la gente más joven y con menos capacidad adquisitiva que puede no estar acostumbrada ni a poder pagar una cuota mensual.
¿Hay que buscar otras formas de retribución hacia los creadores más allá del sistema tradicional? ¿Cuánto hay de utópico en determinados planteamientos, todavía muy abstractos y poco concretos? Javier Olivares opina que la estructura de la industria audiovisual es un debate mayor al de la piratería, y también plantea algo muy interesante a la hora de hablar de la audiencia y de cómo se cuantifica. Quizá aquí también habría que replantearse el sistema a la hora de hablar del éxito o fracaso de una serie. Las redes sociales juegan un papel capital y parece un posible filón a explotar.
Se plantea también la dificultad a la hora de adquirir los derechos de algunos productos internacionales debido a los intereses de los mismos creadores, y la demanda del consumidor que, si no los encuentra en plataformas legales, recurrirá a otros sistemas. El gran problema de querer verlo todo a todas horas y todo tipo de contenido parece llevarnos a que, en algún momento, tanto consumidores como creadores y distribuidores deban hacer ciertas concesiones. Es evidente que el problema no se solucionará en un año, en dos o en tres, pero también parece serlo que estamos en una situación distinta a la de hace cinco temporadas, con la visibilidad que han adquirido las plataformas VoD y el esfuerzo que están haciendo iniciativas como Movistar Series en traer muchas de las producciones de moda y con más demanda de la forma más inmediata que les es posible a nuestro país.
Al final, a uno le queda la sensación de que estamos dando vueltas en círculos sobre este debate, que existe una clara idea a la hora de hacer el diagnóstico pero todavía mucha confusión en las medidas a llevar a cabo. Lo más importante es que no ha dejado de existir una clara voluntad de acercar posturas y se ve un esfuerzo por todas las partes estos últimos años como no lo había habido antes.
PROYECCIÓN DEL EPISODIO «COMPETITIVE ECOLOGY» DE LA SERIE «COMMUNITY» + PREGUNTAS Y RESPUESTAS CON DAN HARMON. El viernes 17, el centro Arts Santa Mònica se llenó hasta arriba para la presencia del creador de «Community» y «Rick and Morty«, Dan Harmon. Este respondió a las preguntas de sus fans durante una hora y se mostró totalmente encantador y agradable, muy de la broma, e hizo sentir cómoda a toda la sala en todo momento. Descubrimos muchas cosas de su persona y de su relación con «Community«: es un hombre que creció con «Cheers«, una serie que -según él- hacía feliz a todo el mundo y era para todos, el equivalente a un film de Steven Spileberg. No se necesitaba de un coeficiente intelectual superior y era accesible y entendible para todos. Él recuerda que quería ir a dónde se hacía y hacer lo mismo.
También habló acerca del proceso que seguía a la hora de elaborar los gags y de cómo surgían las ideas, en definitiva sobre cómo se elaboraba el brainstorming. Harmon reúne al equipo de guionistas y habla con ellos sobre lo que les hace reír y lo que les gusta. Se trata de lo que sentimos y de las opiniones que tenemos sobre un determinado tema, y así se termina elaborando una buena historia. No hay un proceso de creación de gags muy intelectual: Dan prefiere que todo surja de forma natural y relajada. Y, en medio de semejante disertación, nos dejó perlas como “Los buenos humoristas son capaces de hacer bromas de las cosas más crueles.”
Relacionado con el proceso de creación también se le preguntó acerca de lo involucrados que estaban los actores en los guiones: Harmon destaca a Donald Glover, quien asegura era un caso especial en el reparto al ser el único que improvisaba algunas cosas que no estaban en el guión, que eran realmente buenas y lo mejoraban. Afirmó que era una situación algo incómoda para todo el equipo de guionistas, pero también algo maravilloso. Recordó, para sorpresa de muchos de los presentes, que Donald Glover había sido guionista de la comedia de la NBC «30 Rock«.
Al preguntarle sobre Chevy Chase, Harmon aseguró entre risas que está tan loco como él y que, a pesar de ser una mala persona, le echa de menos. A modo de anécdota, cuenta que el actor se molestaba cuando la gente se reía de otros que no eran él, ya que es alguien quien realmente ama hacer reír a los demás.
Dan habló finalmente sobre su relación con «Community«: admite que no tuvo un plan salvo el de triunfar y tener éxito. A finales de la primera temporada fue cuando añadió algunos capítulos más especiales que se acercaban a la esencia de lo que es la serie, y con ellos fue cuando llegaron las mejores críticas -recuerda especialmente un artículo del New York Times-. Añade con cierta ironía que, a partir de la segunda temporada, la serie se la hizo cada vez más y más personal, hasta que quizá la acabó matando con su propio amor.
Por último, Dan Harmon anima, entre risas, a que desde España dejemos de ver la mierda de Estados Unidos y hagamos nuestra propia televisión. Su canto a la revolución: “La televisión debería ser revolucionaria”.
BIRRASÈRIES: ¿HAY SUFICIENTE GENTE PARA TANTAS SERIES? A las 20h del mismo viernes tuvo lugar un Birrasèries especial dentro del festival que contó con la presencia de diversos expertos en televisión. Periodistas y críticos se reunieron para hablar de la cantidad de series que han surgido en los últimos años y de las plataformas que han nacido con el objetivo de producir contenido propio. Pere Solà, Elena Neira, Juan Manuel Freire y el moderador Toni Garcia Ramon discutieron durante una hora entre cervezas y risas con el público que también participó del debate.
Se cuestionaron modelos como los de Netflix en su lanzamiento de temporadas completas, obligando al espectador de algún modo a seguir un ritmo de visionados muy frenético, el conocido binge watching: ver muchos episodios del tirón, normalmente de una misma serie. Y es que hay quien todavía es un romántico y prefiere el visionado tradicional de capítulos semanales porque encuentra positivo el hecho de poder saborear y apreciar cada episodio por sí mismo y más contraproducente el hecho de engullirlos de cuatro en cuatro. Consumirlos todos seguidos en un periodo de tiempo relativamente corto imposibilita el comentarlo en las redes sociales porque uno no sabe cuándo deja de ser spoiler hablar de lo que ocurre en X episodio o no. Un ejemplo reciente de ello ha sido la tercera temporada de «House of Cards» (Netflix, 2015)…
También se dieron algunos datos que evidenciaban las distintas situaciones entre Estados Unidos y España. Respecto a Netflix, el paquete más básico cuesta 7 dólares mensuales y la plataforma tiene más de 60 millones de suscriptores. Está por ver qué modelo seguirá la compañía cuando se instaure finalmente en nuestro país. Porque aquí se está pagando un servicio de Tarifa Plana y contenido extra con suplemento. Hablando de todas las plataformas que se han animado a producir contenido propio de televisión, salieron nombres como Amazon o Playstation. Se cuestionó el presupuesto de la primera a la hora de producir su propia ficción y se puso como ejemplo representativo la serie «The After» del legendario creador Chris Carter («X-Files«) cuyo episodio piloto evidenciaba estas carencias.
Es decir, se puso en duda que tanta oferta a cualquier precio llegase a cubrir todas las necesidades que requería cada producto. La famosa burbuja seriéfila parece ser una realidad, y realmente es una situación a la larga insostenible tanto para el espectador -quien es incapaz de consumir todo lo que se hace- como para los creadores y las nuevas plataformas que parece que todavía se encuentran en un proceso de asentamiento; de transformación y evolución respecto a la forma de producir y distribuir el contenido. Veremos hacia dónde se dirige todo…