Serena Williams escribe una carta a todas las mujeres hablando de empoderamiento, de romper barreras y abrir camino para las nuevas generaciones.
No podemos dormirnos. En serio que no podemos dormirnos. Hay quien cree (o quiere creer) que muchas de las causas por las que hace décadas que luchamos (contra la xenofobia, la homofobia y el machismo, por ejemplo) ya han sido superadas. Y no. Ni mucho menos. No hace falta que hagamos aquí recuento de los indicativos mundiales de que nos dirigimos de cabeza hacia una época oscura de regreso a valores retrógrados que no quieren escuchar oposición alguna.
Por eso mismo en Fantastic nos parece más necesario que nunca que todo aquel que pueda alce la voz y se haga escuchar, sea por la causa que sea. Y por eso nos parece fantástico que alguien como Serena Williams, con una proyección tan extensa, haya decidido colgar en su Instagram una carta abierta a todas las mujeres en las que habla de diferencia salarial, de lo difícil que es luchar contra las barreras falocráticas del mundo actual y, sobre todo, de la necesidad de abrir vía para que las nuevas generaciones de mujeres lo tengan más fácil.
Sus palabras emocionan… Y por eso te las hemos traducido una a una.
Stay encouraged Sisters ✊🏿✊🏻✊🏼✊🏾✊🏽
«A todas las mujeres increíbles que se esfuerzan por conseguir la excelencia,
Mientras crecía, tenía un sueño. Estoy segura de que tú también. Mi sueño no se parecía al de resto de niños, sino que mi sueño era ser la mejor tenista en el mundo. No la mejor tenista «mujer» en el mundo.
Tuve suerte de que mi familia me apoyó en mi sueño y me animó a seguirlo. Aprendí a no estar asustada. Aprendí lo importante que es luchar por un sueño y, más importante todavía, aprendí a soñar a lo grande. Mi lucha empezó cuando tenía tres años y no me he tomado un respiro desde entonces.
Pero, tal y como todos sabemos, demasiado a menudo a las mujeres no se les apoya lo suficiente o se les desanima a la hora de elegir su camino. Espero que juntos podamos cambiar eso. Para mi fue una cuestión de resistencia. Lo que otros señalaron como mis desventajas -mi raza, mi género- yo lo abracé para alimentar mis éxitos. Nunca dejo que nada ni nadie me defina a mi o a mi potencial. Yo soy la que controla mi futuro.
Así que cuando sale el tema de los sueldos equitativos, me frustra porque sé de primera mano que, como tú, hemos hecho el mismo trabajo y los mismos sacrificios que nuestros equivalentes masculinos. No quiero que a mi hija le paguen nunca menos que a mi hijo por hacer el mismo trabajo. Y tú tampoco deberías quererlo.
Tal y como todos sabemos, las mujeres tenemos que romper muchas barreras en nuestra carretera hacia el éxito. Una de esas barreras es la forma en al que constantemente nos recuerdan que no somos hombres, como si eso fuera un defecto. La gente se refiere a mi como una de «las más grandes atletas femeninas del mundo». ¿Alguien dice que LeBron es uno de los más grande atletas masculinos del mundo? ¿O Tiger? ¿O Federer? ¿Por qué? Ciertamente, no son mujeres. Nunca deberíamos dejar que esto quede sin cuestionar. Siempre deberíamos ser juzgados por nuestros logros, no por nuestro género.
Por todo lo que he conseguido en mi vida, estoy profundamente agradecida de haber experimentado los altos y los bajos que vienen con el éxito. Mi esperanza es que mi historia, y la vuestra, inspire a todas las mujeres jóvenes a la hora de empujar hacia la grandeza y seguir sus sueños con resistencia firme. Tenemos que seguir soñando a lo grande, y al hacerlo, empoderamos a la siguiente generación de mujeres para que sean igual de valientes en sus metas.
Serena Williams«