Seix Barral recupera «Amado mío» y «Actos impuros» de Pier Paolo Pasolini, dos de los relatos más polémicos y controvertidos del cineasta italiano.
«Siento la necesidad de decir algo al lector antes de que comience a leer. ¿Pero qué decirle? He arriesgado mucho al escribir «Actos Impuros» y «Amado Mío» […]; supongo incluso que algunos, si yo dijese el nombre del pecado… tal vez no leerían siquiera la primera página del libro». Así presentaba el propio Pier Paolo Pasolini los dos relatos que se incluyen en «Amado Mío» y que Seix Barral publica en estos días. No es la primera vez que estas dos historias breves se editan en nuestro idioma, pero nunca está de más recuperar la pluma del genio italiano con una buena puesta a punto.
Pasolini sabía que el contenido de sus dos historias tenía demasiado voltaje para la época, pero para él el exceso de fuego o de polémica nunca fue motivo para echarse atrás, ni siquiera para coger carrerilla. Hoy en día, la pasión de Benito por Desiderio (los protagonistas de la historia que da nombre al libro, el primero un profesor diez años mayor que el segundo), no nos da motivo para escandalizarnos (podríamos imaginarnos fácilmente a Benito dando vueltas entre los matorrales de «El Desconocido del Lago«); pero, en su momento, Pasolini fue un grano en el culo de mucha gente, molesto y persistente. Tanto que, en fin, todavía no se saben los motivos de su asesinato en 1975 en la playa de Ostia.
Él vivía la pasión de dentro hacia fuera, y así lo volcó a lo largo de toda su vida en sus trabajos (ya fuera en el cine, en la literatura, en la pintura o en la poesía) así como en su militancia política, esa que molestaba a un lado y a otro. En «Amado Mío» vertió parte de esa pasión en dos historias (sobre todo en una) que tenía mucho de autobiográfico pero en su faceta más oscura, menos políticamente correcta y secreta, tanto es así que, aunque escribió estas historias en los años 40, no fue hasta su muerte que se vieron publicadas. Ahora vuelven a ser recuperadas para que recordemos como se merece la Pasión de Pier Paolo.