Samantha Hudson es la próxima ídola que va a petar en la escena trash y electro-disgusting… Pero también es mucho más. Y aquí te explicamos por qué.
¿DE DÓNDE SALE? Los más aburridos dirán que Samantha Hudson sale de Mallorca… Pero, mira, decir algo así es tener una mente anquilosada que todavía vive en el siglo 21, ya que en verdad aquí ocurren dos cosas: 1. La geografía se le queda chica a un fenómeno como el que nos ocupa, que nació y se ha extendido como una pandemia en un mundo que, a día de hoy, es más real que la propia realidad (es decir: Internet), y 2. Interesarse por de dónde sale esta ídola es obviar por completo lo interesante de su caso, que es precisamente hacia dónde se dirige.
Y es que, aunque a sus fans nos parezca inconcebible, es probable que algunos piensen por ahí que Samantha Hudson fue flor viral de un día, como el «hola soy darks» o cualquier otro de esos personajes que dan un pelotazo con un video y nunca más se supo… También es cierto que el debut de Hudson en Internet fue tan colosal que bien sería capaz de ensombrecer y empequeñecer el resto de cualquier carrera. Me refiero, evidentemente, a «Maricón«, aquel temazo que se popularizó en el 2016 y que venía acompañado de un video que era tan elocuente como la propia canción.
Ya tú sabes: el ya icónico clip que se abría con Dios diciéndole a Samantha que, a pesar de su devoción y su admiración por la Iglesia, «no puedo incluirte en mi rebaño porque eres maricón«. Tal cual. A partir de ahí, fraseados gloriosos como «soy maricón y me encanta Jesucristo pero eso no le importa mucho al puto obispo«, «yo solo le gritaba a Jesús que me lo follo«, «soy maricón pero también soy cristiano, ellos no me aceptan porque follo por el ano» o «aunque rece todos los días del calendario, siempre pensarán que la chupo en los baños«. Esto sí que son unos nuevos Mandamientos para el siglo 21 y no las gilipolleces que están escritas sobre piedra en vete a saber tú dónde.
NOS TIENE TÓ LOCOS PORQUE… «Maricón» es gigantesco. Sí. Pero tiene mucha historia detrás. Y, sobre todo, tendrá mucha historia delante. Empecemos por el detrás: por mucho que haya quien crea que es una tontería internetil que tira de lo escandaloso (la contraposición de homosexualidad exhibicionista e Iglesia Católica) para acaparar atenciones de lo más diversas, resulta que «Maricón» nace a partes iguales de la genialidad y de la necesidad. Genialidad porque, aunque no te lo creas, resulta ser un proyecto escolar de la propia Samantha (para su asignatura de audiovisuales). Así que quítate la cabeza eso de que es el grito desesperado de un attention whore: ella lo hizo para una clase, y luego la cosa se fue de madre.
Por otra parte, «Maricón» nace de la necesidad de Samantha Hudson de reivindicarse a sí misma. Y aquí llegamos a lo que vendrá por delante de ese temazo (bueno, a lo que ya está viniendo). Para comprenderlo, hay que considerar un momento clave en la carrera de la artista que lo explica todo: este discurso de graduación en el que explica lo jodido de llegar a un instituto nuevo y salir a los pasillos con una corona de princesa el primer día. Habrá quien piense que es algo de maricón o de notas, que también, pero es más bien, tal y como aclara ella, un acto político: una llamada de atención a la sociedad que la oprime y que, sobre todo, le pone en peligro.
Así que, por favor, todo lo que venga a partir de aquí en la carrera de Samantha Hudson, no lo entiendas nunca en la superficie. Porque, claro, en la superficie está la diversión y la fiesta y la jarana y el electro-disgusting y lo trash y lo marica y el ser una mujer borracha que hace cosas raras #tolrato. Pero, debajo de esa superficie, en el caso de Samantha Hudson siempre late un poso de reivindicación y crítica, ya sea la caraja de las adolescentes preñadas en «Super Preñada» o ese poner el dedo en la llaga del stablishment capitalista del siglo 21 al que los millenials nunca accederán en la muy tremenda «Burguesa Arruinada«. Todo cremita. Pero cremita con más profundidad de campo de la que parece.
PREDICCIÓN DE FUTURO. Samantha Hudson acaba de mudarse a Barcelona desde su Mallorca natal… Y, desde la Ciudad Condal, está claro que lo inminente será invadir toda España. Dice que ya está preparando un disco en el que podremos encontrar géneros muy diversos (por ahora, ya se ha pasado al trap junto a Selena Winters en el jitazo «BaD BiXx«), así que ahora la duda solo puede ser una: ¿nos encontramos ante el relevo de Las Bistecs o el de, yoquesé, La Prohibida?
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Las Bistecs + discurso maricón con profundidad de campo + electro clash + sigle 21 = Samantha Hudson
MÁS EN… su Facebook y su canal de YouTube.
MIRA. «Maricón»