Que no te engañen: ningún color será nunca el nuevo negro… Y eso es precisamente lo que ha demostrado la nueva colección de Saint Laurent presentada en la Paris Fashion Week.
Ya no es cuestión de decidir si Anthony Vaccarello será capaz de llevar a Saint Laurent más allá de la alargadísima sombra de Hedi Slimane o no… Ahora que ese escollo ha sido superado, lo único que hay que preguntarse es: ¿hasta dónde será capaz de llevar Vacarello a Saint Laurent? Al fin y al cabo, ahora hace seis meses que nos convenció con una colección en la que conseguía revisar el catálogo histórico de los 80 de Yves para traerlo al siglo 21 a base de vestidos de noche con siluetas originales pero cien por ponibles.
Vaccarello ha vuelto a repetir la jugada… e incluso podríamos decir que ha subido las apuestas. Su nueva colección, una de las primeras en brillar sobre la pasarela de la Paris Fashion Week, se ha dividido en tres partes bien diferenciadas y separadas, precisamente, por un tramo central en el que pudimos gozar la línea de hombre. Aquí han brillado los trajes para aves nocturnas y los sombreros de pelo imposibles. Pero no nos engañemos: el corazón de Saint Laurent está puesto en su idea de mujer como fascinante criatura de piernas larguísimas que no te las acabas.
La primera parte del desfile ha sido el momento para entrar en la visión de Vaccarello del ready-to-wear de Saint Laurent. Los mini shorts de cuero y las faldas diminutas dejan las piernas a la vista para que la atención se concentre en la parte de arriba del cuerpo, donde el diseñador apuesta por las capas infinitas para demostrar que el negro siempre será el nuevo negro y, sobre todo, que el negro es cosa de matices. Los diferentes tejidos y siluetas se van superponiendo para configurar estructuras complejas que, sin embargo, luce effortless al cien por cien.
La segunda parte del desfile volvía a entroncar con la anterior colección de Saint Laurent, con fascinantes vestidos reducidos a las mínimas líneas pero jugando siempre con formas geométricas de depurada inspiración artística. Ah, claro, y al final de todo, el toque de color. Una vez ha quedado claro que el negro es el rey, es el momento de usarlo como base para otros estampados y bordados que lucen particularmente lujuriosos sobre las hombreras infinitas y los escotes hasta el ombligo. ¿Existe alguien en el mundo que dude de la valía de Vaccarello al frente de la dirección creativa de Saint Laurent? [Más información en la web de Saint Laurent]