Es innegable que Rufus Wainwright no está en su mejor momento (¿o tenemos una percepción errónea desde FPM?): sus últimos movimientos no han conseguido igualar la gratificante ecuanimidad entre crítica y público que alcanzó con la saga «Want«. Así que suponemos que el artista ha debido pensar algo como: «si Antony no estaba en horas bajas pero al juntarse con Hercules & Love Affair consiguió ser más grande todavía, ¿por qué no me busco un Tarantino de la música para marcarme un revival por la vía del dancing queen?» Y en esas estamos: Rufus ha echado mano de Mark Ronson y, desde hace días, están encerrados en el estudio grabando lo que será un nuevo material que, según el divo, ya le ha rejuvenecido. «Hace tres días que estamos en el estudio y ya me siento 20 años más joven«, declaraba hace unos días Wainwright, enfocando un poco más sus intenciones: «Sólo quiero hacer algo que el público adore, que ponga en el coche mientras conduce o que les ahga perder la cabeza en la pista de baile. Algo que nos tranquilice un poco en estos días tan problemáticos«. Unos hacen caceroladas… Y Wainwright graba discos.