La editorial Errata Naturae publica «La Rosalía» un libro de ensayos en el que diferentes firmas analizan el buen querer de la artista.
El recorrido de todo el mundo con «El Mal Querer» (Sony, 2018) ha sido bastante parecido: subidón con «Malamente«, creer a pies juntillas que el disco te ha cambiado la vida (y que ha cambiado la historia de la música también un poquito), declararse fan absoluto de La Rosalía, bailar como si no hubiera un mañana con todos los jitazos que ha ido publicando después… Y, de repente, la sombra de la duda. Que es la típica sombra de duda que aparece justo cuando algo que te gusta se quema en tus manos por exceso de uso.
Es probable, entonces, que hayas pasado unos meses, incluso un añito, sin ganas de escuchar «El Mal Querer«. Por si acaso. Por si tienes que reconocer que te dejaste llevar pro el hype y que no era para tanto… Pero un consejo te damos: vuelve a escucharlo, porque nosotros lo hemos hecho recientemente y resulta que aquí no hay nada de hype. Todo lo que se dijo estaba mucho más que justificado, y es por eso que no debería sorprender a nadie que este sea el momento escogido por Errata Naturae para publicar «La Rosalía. Ensayos Sobre El Buen Querer«.
La propia editorial explica la génesis de este tomo coordinado por Jorge Carrión: «Al igual que la figura que lo ha inspirado, este libro también quiere ser una constelación proteica e híbrida de talentos periodísticos, reflexivos, poéticos y críticos en torno al fenómeno Rosalía«. Y esos talentos son los de Javier Blánquez, Mery Cuesta, Agustín Fernández Mallo, Bruno Galindo y Marisol Salanova… Entre muchos otros que aportan diferentes aproximaciones a esta figura tan poliédrica. Algunos analizan las dicotomías entre nuevo y viejo flamenco, entre tradición y apropiacionsimo. Otros recurren a los vínculos con distintos contextos creativos como la moda, el arte, la poesía o la tradición mística española. E incluso hay quien explora la perspectiva feminista o la relación de la artista con el deseo.
Y, claro, la joya de la corona de «La Rosalía» no podía ser otra que un texto de la misma Rosalía hablando en primera persona. Porque aquí no podía faltar su voz. Porque es la forma más elocuente de completar las visiones de los demás. Y, por último, porque para buen querer, el suyo.
Más información en la web de Errata Naturae.