Richard Quinn lo acaba de petar en la London Fashion Week, y en este artículo analizamos por qué debería ser la nueva obsesión de los fans de Gucci.
Richard Quinn no es un recién llegado y, de hecho, ya debería haber atravesado (gloriosamente) el radar de cualquier persona mínimamente interesada en la actualidad de la moda. Al fin y al cabo, este británico nacido en 1990 ya empezó a despuntar en Central Saint Martins, donde recibió la beca Stella McCartney. Pero eso a lo mejor es demasiado inside info como para hacerle saltar a la palestra pública… Lo que fue ya el espaldarazo final a su jovencísima carrera fue su ya mítica foto con la Isabel II. Es decir, con la Reina de Inglaterra.
Un poco de historia…
¿Qué pinta la Casa Real Británica en todo esto? La cuestión es que fue la mismísima Reina de Inglaterra la que le entregó el Award for British Design durante la London Fashion Week de febrero del año 2018. Y lo histórico en este caso es que esta era la primera ocasión en la que la monarca asistía a un desfile comercial… ¿Por qué? Porque le pega todo. Pero a eso llegaremos más tarde. Porque, si de la ascensión de Richard Quinn estamos hablando, hay que hablar de cuando Amal Clooney decidió en el último momento plantar a Tom Ford y asistir a la Met Gala de 2018 con un vestido del joven diseñador londinense.
Ya en 2019, hay que reconocer que Quinn está dando que hablar gracias a su colección cápsula para Moncler dentro del programa Genius (puedes verla en este otro artículo que le dedicamos en fantasticmag hace unos meses). Y, sobre todo, eso sí, está dando que hablar debido a la excelente colección que presentó hace seis meses durante la London Fashion Week… Y la alucinante colección que acaba de desfilar en el mismo lugar hace escasas horas (que puedes ver al completo al final de este artículo). Primera cumbre. Veámosla con detenimiento.
Richard Queen: Spring 2020
¿El principal motivo de la fascinación generalizada que parecemos vivir de repente con Richard Quinn? Pues no hay un motivo solo, sino múltiples. Para empezar, el diseñador opera en un universo propio totalmente original y único, alejado por completo de las tendencias feístas que tan a fuego están marcando las últimas temporadas del mundo de la moda. Lo suyo es un sentimiento de celebración de la belleza pura y dura, a menudo a través de estampados florales que claman a la tradición británica (ahí se explica el fanatismo de Isabel II), también muy a menudo circunscritos a un imaginario camp que le empareja directamente con la estética Gucci post-Michele.
Eso sí: donde Alessandro Michele apuesta por la superposición de capas que chocan en poderosos contrastes, Richard Quinn prefiere esa harmonía que siempre se ha asociado a la búsqueda de la belleza como un absoluto. Lo suyo es una exploración de la silueta femenina a través de una prenda muy concreta: el vestido, masterizado en la tradición de Dior más que en el simplismo repetitivo de Zac Posen. En sus colecciones hay vestidos de todo tipo (de princesa, de sirena, prom dresses, incluso vestidos de boda), pero lo interesante es cómo se deconstruyen sus partes y se ensamblan usando poderosos prints y colores como herramienta de amalgama.
Sin lugar a dudas, si los fans de Gucci ya están buscando un sucesor, Richard Quinn tiene muchas papeletas para convertirse en el heredero de Michele. O no. Porque lo suyo es algo totalmente diferente por mucho que surja de un corazón similar. Así que evitemos las comparaciones y, simple y llanamente, celebremos que el mundo de la moda tiene un nuevo héroe. [Más información en la web de Richard Quinn]